Los Bills llegaron con calidad de invicto al M&T Bank Stadium, pero se toparon con unos Ravens que fueron lapidarios. Baltimore se impuso 10-35 a Buffalo con una soberbia actuación por tierra de sus estrellas Lamar Jackson y Derrick Henry en el Sunday Night.
El quarterback lanzó para 156 yardas y dos pases de anotación, pero además corrió para 54 yardas y consiguió un touchdown por tierra; mientras que el corredor sumó 199 yardas, tuvo un par de anotaciones, una por aire y otra corriendo, estuvo a punto de hacer una tercera, le arrebataron el ovoide, pero su compañero Patrick Ricard lo recuperó en las diagonales.
Por su parte, Josh Allen, mariscal de Buffalo, no anduvo en su mejor versión, lanzó para 180 yardas, no tuvo pase de anotación y la defensa de los Ravens le provocó un balón suelto. James Cook sólo pudo correr para 39 yardas, mientras que en el plano aéreo no pudo profundizar con sus objetivos, a pesar de que Khalil Shakir sumó 62 yardas, Keon Coleman 51 y Dalton Kincaid 47.
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Cuando Tyler Bass falló un gol de campo de 48 yardas estaba claro que los Bills no habían salido en su noche, por ello es que Josh Allen se quedó en la banca en los últimos siete minutos del partido, era la bandera blanca de los Bills ante el ingreso de Mitchell Trubisky en los controles.