La Selección Mexicana vive un momento complicado y la afición lo ha hecho sentir. Este sábado, en el amistoso ante Nueva Zelanda, la entrada en el Rose Bowl, en Pasadena, fue escasa.

Iniciado el encuentro, que marca el debut de Javier Aguirre en su tercera etapa al frente del Tri, unos 15 mil seguidores se dieron cita en el inmueble californiano, con capacidad para 92 mil personas.

El elenco azteca inició ganando pronto con gol de Orbelín Pineda al minuto cinco, pero ni siquiera eso mejoró el aforo en dicho encuentro.

Con el correr del duelo, la cifra de seguidores aumentó y terminó con un registro oficial de 25 mil 272 fanáticos con boleto pagado.