Sólo buenas noticias recibió el Barcelona, que logró la inscripción provisional de Dani Olmo y Pau Víctor en lo que se resuelve su controversia ante LaLiga, y aunque no pudieron jugar ante el Athletic de Bilbao, sí contó con su estrella Lamine Yamal, quien marcó el segundo gol para el triunfo 2-0 que les da a los azulgranas el pase a la Final de la Supercopa de España.
Ahora le toca esperar rival del duelo entre Real Madrid y Mallorca que se disputará mañana jueves. Con buen futbol y el regreso de su joven figura, el Barcelona tiene ante sí la posibilidad de ganar su primer título bajo la gestión de Hansi Flick.
Los goles de Gavi y de Yamal coronaron un partido en el que los culés fueron superiores frente a un rival mermado al no poder contar desde el inicio con Nico Williams y cuyos despistes lo condenaron a ver rota su racha de quince partidos consecutivos invicto.
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El ímpetu por la noticia de Olmo y Víctor y el retorno de Yamal se tradujeron en que el Barça tomó la iniciativa desde el comienzo, ante un Athletic que aceptó el enroque para contener el ímpetu azulgrana.
Cuando el peligro parecía que procedía de los dominios de Yamal, llegó la triangulación entre Pedri y Balde por el otro lateral, completada por Gavi en el corazón del área para poner el 0-1 en el minuto 17, su primer tanto después de más de un año y dedicado con rabia a Dani Olmo.
La primera ocasión clara de los rojiblancos en ataque la protagonizó Iñaki Williams, el más entonado de los bilbaínos, con una incursión por la derecha, pero a pesar de disponer de tiempo para trazar el pase, no logró desembocar en Guruzeta.
SENTENCIA
El segundo acto comenzó calcado al primero y Yamal volvió a tomar el mando para dejar claro sus galones con un público saudita entregado a sus destellos.
Lamine puso la cereza a su actuación con el segundo gol, una obra perfecta de control orientado y disparo inapelable con la zurda tras pase de Gavi, después de una sucesión de errores encadenados de los jugadores del Athletic.
Con la semifinal certificada, Flick retiró a Yamal para reservarlo ante la Final, al tiempo que Ernesto Valverde introdujo a Nico Williams con el fin de intentar obrar el milagro.
El partido viró y los bilbaínos disfrutaron de los mejores minutos gracias al tándem de los Williams, que dieron un par de avisos con los que el cuadro vasco se reanimó.
En el minuto 81, el Athletic pareció resucitar la semifinal con un gol de De Marcos anulado por fuera de juego.
El VAR volvió a salvar al Barcelona cinco minutos después, aunque esta vez con polémica, al no autorizar el gol de Iñaki Williams por venir precedido de un leve toque de Djaló cuando parecía que había sido De Jong el último en golpear.
Revisada la imagen y con el balón en el centro del campo, el árbitro Ortiz Arias rebobinó la acción y el partido terminó ante la resignación de un Athletic que no pudo contrarrestar la magia de Yamal.
Con información de EFE