Checo Pérez lamentó los problemas en los frenos de su auto que lo perjudicaron en la calificación y que lo obligarán a arrancar desde la última posición en el Gran Premio de Australia, al asegurar que se sintió como un pasajero, pero confió en solucionarlo y limitar los daños en la carrera del domingo.
“En cuanto frené, me sentí como un pasajero en el coche“, explicó Checo a los medios acerca de la falla de frenos que ya sufrió desde la tercera práctica en Australia.
“Ya teníamos un pequeño problema técnico desde la tercera práctica y pensábamos que lo habíamos solucionado. Pero obviamente no lo hicimos y fue realmente difícil, muy difícil. Me convertí en un pasajero en cuanto toqué el freno“.
“Es algo que está moviendo el equilibrio del freno bastante lejos hacia adelante cuando aprieto el freno”.
“No me sentía en confianza con el coche. Y por eso será muy importante arreglarlo para mañana“.
OBJETIVO
Para Pérez el objetivo el domingo es tratar de sumar puntos para mantenerse en la lucha por el campeonato.
“Espero que podamos solucionarlo como equipo antes de la carrera de mañana y así poder limitar los daños“, agregó Checo Pérez, quien tras sentirse como “pasajero”, sabe que no será una tarea sencilla en una pista donde las posibilidades de rebase son limitadas: “Va a ser una pista difícil para adelantar“.
“Confío plenamente en mi equipo que podremos superar este problema y ser capaces de tener un fuerte ritmo de carrera”, finalizó.
EL INCIDENTE
Checo Pérez provocó la primera bandera roja de la clasificación cuando quedó detenido en la frenada de la curva tres al no controlar la situación de los frenos que lo persiguió desde la tercera práctica.
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Las condiciones de una pista que aún estaba mojada luego de la lluvia que cayó en la competencia sprint de la Fórmula 2, y con unos frenos inestables que no fueron corregidos por Red Bull durante las dos horas y 30 minutos entre la tercera práctica libre y la calificación resultaron fatales para el mexicano.
Checo intentaba su primer vuelta rápida de la Q1, pero antes de siquiera llegar a concluir el primer sector quedó estancado por la grava. Por la radio, Pérez dijo que era el mismo problema que había reportado en la tercera sesión de entrenamiento y que le costó tiempo clave de esos 60 minutos. Incluso cuando él salió a la pista se dijo desconfiado de las frenadas al considerar la conducción del coche estaba suelta y no obedecía sus indicaciones.