Pese a que el piloto mexicano Sergio Pérez fue segundo lugar en el Gran Premio de Miami, la prensa especializada en automovilismo coincidió en la crítica respecto a que debió mantenerse en primer lugar y por ende ganar la carrera, luego de que el sábado en la clasificación consiguió la 'pole position'.

Checo conservó la punta una buena parte de la competencia, pero tras parar en pits para cambiar neumáticos, su compañero Max Verstappen que había arrancado desde la novena posición, ya estaba detrás de él y lo rebasó.

Posteriormente cuando el holandés paró para cambio de llantas (compuestos blandos), el tapatío retomó el liderato, pero solo de manera momentánea, pues dos giros después el Campeón del Mundo lo dejó atrás y se llevó la victoria con cinco segundos de diferencia sobre su coequipero.

"Habiendo logrado la pole y con su compañero de equipo y mayor rival ocho lugares por detrás, Checo debería haberse apoderado de la victoria y nunca dejarla pasar.

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"Esta fue la primera vez que vimos a los dos pilotos de Red Bull luchar en la pista y sí, Verstappen tenía la ventaja de los neumáticos, pero si el neerlandés celebra un tercer título mundial al final de la temporada, Pérez puede mirar hacia atrás en esta carrera como el momento en que Verstappen ganó el control de la carrera por el título", reseñó el medio PlanetF1.

"Comenzó en primera posición con 'Súper Max' en la novena. Cuando vio al holandés por los retrovisores después de unas 20 vueltas, la moral se le debió de haber ido por los talones o, mejor dicho, por los pedales. Intenta oponerse al rival como pueda, sufre los adelantamientos en los tramos finales y entiende que este año para luchar hasta el final por el título tendrá que inventar algo realmente extraordinario", señaló OA Sport.

El medio Motorbox destacó el gran desempeño de Verstappen para dar una demostración de poder cuando su liderato en el Campeonato de Pilotos estaba amenazado por Checo.

"Hoy el latino en Miami lo apoyó (a Sergio Pérez), pero la superioridad de Verstappen fue abrumadora. Por su parte, Checo casi no cometió errores, pero nunca tuvo el mismo ritmo de Max que, incluso remontando y adelantando coches, le recuperó décimas y segundos.

"Será más competitivo en otras pistas –por otro lado, había sido mucho más lento que su compañero de equipo durante todo el fin de semana y la pole position había llegado casi por accidente-– así que no debe desanimarse".

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Finalmente The Race consideró que la batalla entre Max y Checo fue efímera, pues el mexicano no tuvo el ritmo de otras ocasiones, además de que estuvo en desventaja por los neumáticos.

"Siempre se trató de la batalla con Verstappen en la carrera por Pérez, quien mantuvo el liderato en la primera etapa con Pirellis medianos que no resultaron tan fuertes como se esperaba. Habiendo entrado en boxes para los duros, siempre estaba listo para recuperar el liderazgo cuando Verstappen se detenía, pero a medida que la dura etapa de Verstappen avanzaba, la brecha esperada se reducía.

"Eso significaba que era inevitable que Pérez perdiera el liderato después de que Verstappen cambiara a medios, a pesar de hacer todo lo posible por defender. A diferencia de Jeddah y Bakú, no tenía el ritmo para cubrir a Verstappen", se lee en el análisis.