Sergio Pérez no pudo corresponder con una alegría al incondicional apoyo que recibió de la afición en el Gran Premio de México y terminó en la posición 17. El ganador de la carrera fue Carlos Sainz (Ferrari), seguido por Lando Norris (McLaren) y Charles Leclerc (Ferrari).

Checo arrancó en la posición 18 y alimentó la esperanza de una remontada al escalar casi de inmediato al lugar 13 aprovechando el choque entre Alexander Albon y Yuki Tsunoda que provocó un Safety Car; sin embargo, el tapatío fue penalizado con cinco segundos por una salida en falso.

Pese al castigo, el ritmo de Pérez era positivo hasta que intentó un rebase a Liam Lawson (Alpha Tauri) para avanzar a la décima posición, el cual tuvo consecuencias al tocarse los autos y el daño mayor fue para el mexicano que se rezagó.

A partir de ese momento Checo ya no pudo ser competitivo y se mantuvo en la pista por orgullo, con un auto dañado.

Fue una carrera negativa para Red Bull, pues el campeón del mundo Max Verstappen fue penalizado con 20 segundos tras tocar en un par de ocasiones a Lando Norris (McLaren): 10 por el impacto y otros 10 por salir de la pista.

Esto dio al traste con la competencia del neerlandés que estaba peleando la punta y cayó dramáticamente, aunque con coraje se metió a la zona de puntos (sexto).

Así las cosas, por segundo año consecutivo Sergio Pérez estuvo lejos de responder a las expectativas que se generaron sobre su desempeño en el Gran Premio de México.

Checo intentó la vuelta rápida al final de la carrera cuando estaba en la posición 15, pero no lo consiguió y terminó en el lugar 17.