Luego de que Vanessa Bryant presentará una demanda contra la compañía propietaria del helicóptero, 'Island Express Helicopters', donde su esposo falleció Kobe y su hija Gianna, un ser querido del piloto, Ara George Zobayan, ha contrademandado argumentando que las circunstancias que causaron el fatal accidente fueron directamente causadas por los pasajeros, su comportamiento y su decisión de volar en ese día.
Un representante de Zobayan expresó esta decisión en un comunicado como respuesta a la querella interpuesta por la viuda de Kobe tras la tragedia del 26 de enero en Calabasas, California.
"Cualquier lesión o daños sufridos por los demandantes y/o su descendencia fueron causados total o parcialmente por negligencia o descuido de los propios demandantes o sus descendientes, incluyendo el saber y voluntariamente enfrentar los riesgos. Esta negligencia fue un factor substancial en los supuestos daños por los que este demandado no tiene responsabilidad alguna", reza la respuesta.
Zobayan fue una de las nueve personas que falleció en el choque del helicoptero junto a Kobe y su hija de 13 años, Gianna. Además de: John Altobelli, coach de beisbol de la Universidad de Southern California Orange Coast College; su esposa, Keri; y su hija Alyssa, quien jugaba en el mismo equipo que la hija de Bryant; Sarah Chester y su hija Payton; y Christina Mauser, coach del equipo femenil de basquetbol en la primaria Southern California.
El grupo abordó el Sikorsky S-76B alrededor de las 10 de la mañana y se dirigía al Aeropuerto de Camarillo en el condado de Ventura desde el Aeropuerto John Wayne en Orange County. Iban camino a la Academia Mamba de Deportes donde el retirado Kobe entrenaría a un equipo en un torneo y su hija jugaría en el mismo.
De acuerdo con los reportes, Zobayan volaba a casi 300 km/hr con una niebla en la que prácticamente no se podía ver nada cuando sucedió el accidente.
Un reporte inicial de la National Transportation Safety Board dijo que no había señales de fallas en el motor entre los restos recuperados. El piloto estaba por salir de las nubes que bloqueaban la visibilidad cuando la aeronave súbitamente se volteó y se precipitó en la ladera de la montaña.
Vanessa Bryant demandó entonces a Zobayan y la compañía aeronáutica un mes después por homicidio culposo porque el piloto fue descuidado y negligente al volar en condiciones brumosas, en vez de de suspender el vuelo.
Otras organizaciones de justicia, incluyendo el Departamento de Policía de Los Ángeles habían decidido no usar sus aeronaves por el mal clima.
Dos meses después, familiares de otros cuatro pasajeros fallecidos se unieron a la demanda de Bryant.