Los Diablos Rojos del México levantaron la voz tras la sanción económica impuesta por la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) por espionaje en el Estadio Alfredo Harp Helú durante los dos primeros dos partidos de la Serie de Campeonato de la Zona Sur ante los Leones de Yucatán.
Mediante un comunicado de prensa, los pingos escarlatas aseguraron que son ejemplo de ética en el beisbol mexicano y que no “toleran las trampas ni la corrupción”, además de que no incurrieron en ‘robo de señales’ como se había manejado y de lo cual no tenía evidencia la propia LMB.
Los felinos pidieron que se investigara la manipulación de las cámaras en el inmueble de los capitalinos y la LMB determinó ayer que sí hubo tal, por lo que también suspendieron un año a Miguel Ojeda, presidente ejecutivo de los Diablos.
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