En septiembre de 2023, la carrera –y la vida– del pitcher mexicano Julio Urías dio un vuelco, luego de que fue detenido por agredir a su pareja a las afueras del BMO Stadium, donde el Los Ángeles FC jugó ante el Inter Miami un partido de la Major League Soccer (MLS).
El originario de Culiacán, Sinaloa, fue arrestado y llevado a la comisaría, en donde estuvo sólo algunas horas y salió libre tras pagar 50 mil dólares de fianza.
Este hecho no fue aislado y cobró mayor relevancia a la que ya tenía originalmente, debido a que se trató de una reincidencia, pues el lanzador tenía un antecedente de violencia doméstica sucedido cuatro años atrás (2019) cuando fue arrestado por agredir a una mujer en un centro comercial de Los Ángeles.
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En 2015, la Major League Baseball (MLB), estableció una política de investigación y sanción por “actos de violencia doméstica, asalto sexual o abuso infantil” en los que se vean envueltos sus agremiados.
El objetivo es que la liga le dé seguimiento e investigue los hechos para estableces castigos y sanciones independientes a las que pueda dictar la ley, dependiendo de la gravedad de cada caso.
A la fecha suman 19 beisbolistas suspendidos y|o investigados por la MLB debido a que violaron la política de violencia doméstica, entre ellos el mexicano Julio Urías, que fue separado de los Dodgers y se le estableció una “licencia administrativa”, con lo que en dicha calidad llegó al final de temporada y se convirtió en agente libre debido a que los angelinos decidieron no renovarle contrato, cuando unos meses atrás se especuló que lo firmarían por siete años y una cifra cercana a los 300 millones de dólares.
De lado de las autoridades, se determinó una pena 36 meses de libertad condicional, además de que se le ordenó realizar trabajo comunitario por violencia doméstica en grado de falta, lo que significa un delito menor que impidió que cumpliera la pena tras las rejas.
EL VIDEO
La semana pasada, el periódico Los Ángeles Times publicó un video de los sucedido en septiembre de 2023 a las afueras del estadio de Los Ángeles FC, y de acuerdo con las imágenes no queda lugar a la especulación sobre el segundo acto de violencia doméstica de Urías, con lo que si el panorama ya era complejo para el lanzador, esta evidencia puede significar el final de su carrera.
El ‘culichi’ está a la espera de la resolución final del comisionado de las Grandes Ligas y suma un año de inactividad, pues aunque en su momento se especuló que podría jugar en Japón o México, ambas ligas le han cerrado las puertas.