Como lo prometió, Tyson Fury venció por nocaut técnico al Deontay Wilder a los 1:39 del séptimo asalto para proclamarse como nuevo monarca de los Pesos Pesados, versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
El británico dominó de principio a fin el combate que en papel estaba bastante parejo, pero las cosas fueron diferentes sobre el ring del MGM de Las Vegas.
El castigo por parte del ‘Rey Gitano’ a las zonas blandas causó estragos en la figura del otrora monarca estadounidense y un sangrado en el oído izquierdo comenzó a aletargar a Wilder, quien por momentos se ayudaba de las cuerdas para mantenerse de pie ante los embates de Fury.
Las piernas de Wilder se tambaleaban round tras round, tenía la mirada perdida y jalaba aire por la boca, que también presentaba sangrado.
Fue hasta el séptimo asalto, cuando el tercero sobre la superficie detuvo la pelea que decretó a Tyson como el nuevo monarca absoluto de la categoría suprema del pugilismo internacional.