La Comisión Atlética de Nevada aprobó este miércoles la práctica de los deportes de combate, como el boxeo y las artes marciales mixtas (MMA).
Desde el pasado 14 de marzo las actividades deportivas se cancelaron debido a la pandemia del coronavirus.
La decisión permitirá el regreso a partir del sábado 30 de mayo y durante prácticamente todo junio.
En principio se programarán carteleras de UFC y Top Rank sin público.
Los próximos dos eventos del UFC han sido oficialmente aprobados.
La Comisión Atlética del Estado de Nevada (NSAC) votó por unanimidad en una reunión telefónica, beneficiando al boxeo y a las peleas de MMA.
Dos tarjetas UFC se celebrarán en Las Vegas durante las próximas dos semanas, este sábado y el 6 de junio.
Ambos eventos tendrán lugar en el UFC Apex, frente al campus corporativo de la promotora, sin aficionados.
La UFC Fight Night del sábado estará encabezada por una pelea de peso welter entre el ex campeón Tyron Woodley y Gilbert Burns.
UFC 250, un programa de pago por evento el 6 de junio, estará encabezado por Amanda Nunes defendiendo su título de peso pluma contra Felicia Spencer.
“A lo largo de este proceso, hemos estado trabajando mano a mano con el UFC”, dijo el director ejecutivo de NSAC, Bob Bennett.
“Soy consciente de su plan de operaciones y todo avanza según su plan de operaciones y nuestros protocolos”.
Después de realizar tres eventos este mes sin aficionados en Jacksonville, Florida, el objetivo de UFC era regresar a su base de operaciones de Las Vegas.
El presidente de UFC, Dana White, dijo que la presentación de espectáculos fuera del Apex sería la situación más segura posible.
EL BOXEO TAMBIÉN REGRESA
El miércoles, el NSAC también aprobó dos eventos de boxeo Top Rank, el 9 y el 11 de junio.
Ambos se llevarán a cabo en el MGM Grand en Las Vegas.
Shakur Stevenson vs.Félix Caraballo encabeza la tarjeta del 9 de junio con la de Mikaela Mayer vs.Helen Joseph como respaldo.
Bennett dijo que el plan COVID-19 de Top Rank aún no está terminado.
Las regulaciones serán de lo más estrictas en Las Vegas, incluidas dos pruebas de diagnóstico COVID-19, una a la llegada y otra al pesaje, y el requisito de autoaislamiento.
Todo el personal deberá responder un cuestionario relacionado con el coronavirus antes de viajar al evento.
Al llegar, “tendrán la obligación de poner en cuarentena inmediatamente después de sus pruebas COVID-19", según documentos.
Todos los resultados de COVID-19 se enviarán a un representante médico de la comisión.
Si se sospecha que alguien tiene COVID-19, a través de un cuestionario o prueba, “el individuo permanecerá en cuarentena y se consultará a un experto en enfermedades infecciosas”.
El personal requerirá máscaras en todo momento, según el documento.