Ronda Rousey no volverá pronto a la WWE, pues aseguró que la relación con los aficionados jugó un papel clave en su seperación de la compañía de luchas.
“¿Por qué gastar mi tiempo y energía en un montón de fanáticos malagradecidos que ni siquiera me aprecian”, comentó Rousey en el programa Wild Ride W / Steve-O.
La ex peleadora de MMA había dicho anteriormente que si regresara a la WWE, sería de manera parcial.
“Nunca volveré a estar a tiempo completo. Necesitaba hacerlo para aprender y comprender realmente lo que está sucediendo, pero no es el estilo de vida para mí”, comentó.
Y es que para ella era insostenible un ritmo de vida que requería estar 200 días al año fuera de casa, algo con lo que simplemente ya no quería lidiar.
“Ni siquiera estaba en casa. Básicamente, solo estaba tratando de recuperarme lo suficiente como para poder llegar a la próxima etapa.
“La gente piensa que solo estás luchando tanto como te ven en la televisión, pero no se dan cuenta de que hay otros tres o cuatro días de shows en vivo durante la semana. Si mirara todos los shows en vivo, yo solo estaba en casa un día y medio a la semana. Simplemente no valía la pena para mi familia”, comentó la ex púgil de 33 años.
A pesar de esto, Rousey expresó su amor por el trabajo, aunque no por sus fanáticos.
“Me encanta actuar. Amo a las chicas. Pero al final del día, estaba como, que se fastidien los fanáticos. Así que esa fue mi decisión al final del día”.
Previo a unirse a la WWE en 2018, Rousey tuvo foja de 12-2 en la UFC y se convirtió en la primera monarca femenina. También ganó una medalla de bronce en judo en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.