La taekwondista mexicana Briseida Acosta es la imagen viva de la perseverancia. Le tocó padecer derrotas dolorosas y quedar al margen de Juegos Olímpicos debido a que María del Rosario Espinoza vivía sus mejores momentos; sin embargo, la originaria de Navolato, Sinaloa, se levantó.

Llegó su momento y en el combate decisivo para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, esta vez fue Briseida la que salió con los brazos en alto y obtuvo su clasificación a un anhelado y costoso sueño llamado Juegos Olímpicos.

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