EFE.- El Barcelona consiguió su segundo triunfo bajo el mando de Xavi Hernández, el primero como visitante del equipo en la temporada, y castigó a un buen Villarreal en un partido de fuerzas parejas en el que unos y otros controlaron diferentes fases del encuentro.
El empate que reflejaba el marcador a tres minutos del final mostraba lo que había sido el encuentro. Ambos equipos se habían neutralizado, pero la reacción final del Barcelona fue letal.
El partido fue trepidante en sus minutos iniciales con un remate de Abde que Rulli y el larguero neutralizaron. Luego un fallo defensivo del Barcelona que Danjuma no aprovechó gracias a la buena colocación de Piqué, aunque el banquillo del Villarreal reclamó penalti.
De inmediato, sendos remates de Menphis y Gavi también pudieron acabar en gol. Con solo diez minutos de juego ya se habían generado cuatro ocasiones de gol. Antes de los veinte, Memphis falló, solo ante el portero, una nueva oportunidad para adelantar a su equipo.
PARIDAD
Aunque el inicio del encuentro estuvo controlado por el equipo de Xavi Hernández, cuando la primera parte llegó a su mitad, el Villarreal ya se había sacudido el dominio de su rival para empezar a acercarse con peligro a la meta de Ter Stegen.
Era un primer tiempo intenso y vibrante. Los delanteros llegaban con soltura al área, aunque a medida que el partido se acercaba al descanso era el Villarreal el que más daño hacía.
Las alternativas se mantenían por parte de ambos equipos a medida que avanzaba la primera parte. El Villarreal aseguraba mayor control mayor que obligaba a su rival a intensificar su futbol defensivo.
INTENSIDAD
Al poco de iniciarse la segunda mitad llegó el 0-1 marcado por De Jong, tras un centro de Jordi Alba. Una acción en la que fue el VAR el que determinó que tanto era válido tras haber sido anulado inicialmente por fuera de juego.
El tanto aflojó al Villarreal y dio consistencia al Barcelona, que en los minutos inmediatos al tanto fue capaz de jugar cerca de la portería de Rulli, sin dar opciones ofensivas al equipo local en una fase del juego que nada tenía que ver con la intensidad del primer periodo.
El partido no tenía el ritmo de la primera mitad, pero en una acción esporádica, tras un saque de banda, un balón en profundidad permitió a Chukwueze establecer la igualada.
Tras el empate, el Villarreal se volcó sobre la meta visitante, dispuso de hasta tres opciones para dar la vuelta al marcador sin permitir que el Barcelona se acercara a su área.
Sin embargo, el Barcelona fue capaz de aprovechar sus opciones cuando mejor estaba el rival y con goles de Depay Coutinho ganar un encuentro que se les había complicado y que supuso su primera victoria a domicilio en esta Liga y el segundo triunfo consecutivo con Xavi ante un Villarreal que, a pesar de estar a la altura del conjunto catalán, encontró demasiado castigo.