Corría el minuto 76' del partido entre el París Saint-Germain y Lyon que estaba empatado 1-1, y de manera sorpresiva Lionel Messi se percató que tenía que abandonar la cancha para darle entrada a Achraf Hakimi.
El argentino saludó a su compañero y se dirigió a la banca muy serio hasta que el técnico Mauricio Pochettino se le acercó para felicitarlo al tiempo que algo le dijo, a lo que Leo apenas respondió extendiendo tibiamente la mano e hizo un gesto de reprobación a las palabras de su paisano.
Ya con sus compañeros en el banquillo, la imagen del refuerzo estelar del PSG se volvió viral, pues tanto su compatriota Leandro Paredes como su excompañero en el Barcelona, Rafinha Alcántara, trataban de tranquilizarlo, pero el gesto del delantero no varió, ya que resultó evidente que le molestó de sobremanera ser relevado.
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París Saint-Germain terminó ganando el partido 2-1 con un gol en tiempo de compensación de Mauro Icardi; sin embargo, la 'nota' se la llevó el primer desencuentro público entre Messi y su entrenador.
En la conferencia de prensa al final del duelo, Pochettino explicó que tomó la decisión de sacar a Messi para evitar una posible lesión en el futuro.
"Se acercan partidos importantes y hay que protegerlo. Son decisiones que tomamos por el equipo. Todo el mundo sabe que tenemos grandes jugadores, tenemos que tomar decisiones. A veces puede resultar atractivo, otras un poco menos", argumentó.
La realidad es que tras lo sucedido, la prensa deportiva en Europa y el resto del mundo ya empieza a hablar de un descontento de Messi, quien no está acostumbrado a salir de cambio y mucho menos cuando algún juego está empatado o su equipo en desventaja.