Primero sufriendo y después sobrado gracias a su superioridad numérica, pero todavía sin mostrar una versión convincente, el Milan consiguió este martes su primera victoria en la Champions League ante el Brujas (3-1), al que venció por la mínima gracias a un golazo olímpico de Pulisic y el doblete salvador de Reijnders.
Mike Maignan salvó primero al Milan a disparos de Tzolis, Jutglá y el de Ordóñez, que se estrelló en el travesaño. Todo en 10 minutos de infarto.
La respuesta del Milan, sin crear peligro en la primera mitad, fue un tiro de esquina cerrado de Pulisic en el minuto 34 al que ni Morata ni Gabbia llegaron, pero que acabó entrando manso en la portería de Mignolet, que esperaba un desvío.
Te podría interesar
Fue el primer golpe duro del partido. El segundo, una entrada totalmente a destiempo de Onyedika que acabó, VAR mediante, con su expulsión. El Milan tenía el juego en sus manos pero, lejos de cerrarlo, al comenzar la segunda mitad, recibió el gol del empate en una jugada en la que pareció que el equipo en superioridad numérica era el Brujas.
Tuvo que mover el banquillo Fonseca y metió a Chukwueze y Okafor para agitar el avispero arriba. Dicho y hecho. Apenas un minuto después de los cambios, Okafor se inventó una jugada fantástica en línea de fondo que le permitió dejar el balón perfcto, raso, a Reijnders en el corazón del área. El neerlandés definió de primera y devolvió la sonrisa a la grada de San Siro.
Espantada la sorpresa, ya superior definitivamente, con el partido domado y controlado, superior físicamente y aprovechando el desgaste de los belgas, el Milan consiguió sentenciar. Fue el mismo goleador, con una jugada igual construida, pero por el otro perfil. Chukwueze imitó a Okafor y cedió a Reijnders para que marcar el 3-1 definitivo.
Sufrió mucho más de lo esperado y volvió a dejar entrever sus carencias, pero después de sufrir ante Liverpool y Leverkusen, llegó la primera victoria del Milan en Champions.
Con información de EFE