En el futbol brasileño se ha agotado la paciencia en contra del racismo del que son objeto sus equipos y la selección verdeamarela en los torneos sudamericanos. El último episodio ocurrió en la Copa Libertadores Sub-20, cuando un jugador del Palmeiras terminó llorando debido a que desde la grada del Cerro Porteño de Paraguay imitaron sonidos de mono.
La Conmebol decretó una multa de 50 mil dólares que la presidenta del Palmeiras, Leila Pereira, calificó como “ridícula”, por ello es que le pide a la Confederación Brasileña de Futbol (CBF) tomar cartas en el asunto que sean radicales, a tal grado de emigrar a la Concacaf junto a los equipos de la Liga MX y de la MLS.
“Necesitamos tomar medidas firmes porque no es posible que Brasil representa el 60 por ciento de los ingresos de Conmebol y que los clubes brasileños sean tratados de esa forma. Estoy proponiendo una idea: dado que la Conmebol no puede prevenir este tipo de delitos ni consigue tratar a los clubes brasileños con el respeto que merecen, ¿por qué no considerar afiliarnos a la Concacaf?”, externó la mandamás a TNT Brasil.
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“Salimos de la Conmebol y nos vamos a la Concacaf. Creo sólo así vamos a hacer respetar el futbol brasileño porque no está siendo respetado por la Conmebol. Tengo una reunión el miércoles en la CBF, donde discutiré esto con los clubes brasileños presentes. Es una semilla a plantar, financieramente, sería sin duda mucho mejor para todos los clubes brasileños”, añadió.
El racismo se ha intensificado en contra del futbol brasileño en los años recientes, incluso uno de sus máximos exponentes a nivel internacional es Vinícius, delantero del Real Madrid, quien ha sido víctima de actos en su contra por su color de piel en diversos juegos de LaLiga de España.