El León resolvió muy temprano la afrenta que le impuso el Puebla al ganar 2-1 el partido de Ida, pues en solamente cinco minutos, cuando un autogol le abrió la puerta para concretar una voltereta que ratificó Ángel Mena, y que le permite seguir como favorito en la Liguilla, donde ahora espera rival en semifinales.
Ángel Mena fue el factor fundamental para que el León no sufriera por asegurar su pase a semifinales y remontar la desventaja ante un Puebla que lo sorprendió en la Ida al pegarle al favorito de la Liguilla.
Fue esa jugada del minuto 5 la llave para que todo el partido se pintara de verde. En un centro desde la izquierda, Fernando Navarro remató dentro del área, pero fue el defensa Maximiliano Perg quien empujó el balón a su portería, para un 2-2 global que entonces ya le daba el pase al León a la semifinal.
Entonces comenzó el show de Ángel Mena, quien buscó por todas las vías hacerse presente en el marcador. Lo logró en el minuto 30, cuando tejió un avance por la derecha, entregó el balón a Montes, quien disparó con fuerza al marco; el rechace de Vikonis le cayó directo a Mena para solamente empujar con un tiro por abajo. 2-0, 3-2 global y un marcador más cómodo para trabajar el resultado.
PARTIDO SUCIO
Así lo entendieron los jugadores de Ignacio Ambriz, mientras Juan Reynoso reaccionó y envió a la cancha a Santiago Ormeño.
Pero la presión superó a los jugadores del Puebla, como George Corral, quien tiró por la borda toda esperanza de una remontada frente al León. Se fue expulsado al 51 por una fuerte barrida.
La inferioridad numérica solamente presagiaba un panorama inmejorable para el León. Pero paradójicamente no hubo tal y el juego cayó en un ir y venir sin sentido. La Fiera controlaba la posesión pero sin aprovechar el jugador de más que tenían sobre la cancha.
Pasaron varios minutos y hubo aproximaciones en los dos marcos, intervenciones de los porteros, disparos desesperados.
León se echó a dormir, confiado y sin arriesgar su ventaja, sabiéndose clasificado a semifinales, en las que es favorito, ante un Puebla que buscó. Aunque la Franja puso todo el corazón, no le alcanzó para repetir la hazaña de la Ida.