Necaxa mostró por qué es el último lugar de la tabla, pues no concretó sus llegadas e incluso sufrió la falla de un penalti ante Gallos Blancos, un rival que se mueve en otra zona, pero tampoco mostró ambición y el partido terminó con un decepcionante 0-0.
Eso regalo un partido gris, en el que las emociones se ahogaron en cada llegada, que sí tuvo Necaxa, pero ya fueran los errores en el último toque o la intervención de la defensa de Gallos, no cayó el gol.
Maxi Salas amenazó temprano, al minuto 10, pero su tiro potente lo desvió oportunamente el portero de Gallos, Gil Alcalá.
Pero en el segundo tiempo llegó la oportunidad dorada, cuando el VAR revisó una jugada en el área de Gallos Blancos y se marcó penalti a favor del Necaxa por una mano de Omar Mendoza. Sin embargo Rodrigo Aguirre falló el cobro al estrellar su tiro al poste en el 56.
Nada modificó el marcador, ni la insistencia sorda y deslucida del Necaxa, ni el conformismo exagerado de Gallos.