El apodo de 'Niño artillero' quedó en el recuerdo, así como sus grandes goles y un instinto que lo hacía devorar el área.
Poseedor de una media vuelta letal, debutó con los Pumas a los 17 años para dar inicio a una carrera brillante en México, Selección Nacional y Europa.
Fue tres veces campeón de goleo: 1990-91 y 1991-92, con los Universitarios; e Invierno 1997, con el Atlante. Militó dos temporadas en el Atlético de Madrid, club en el que marcó más de 20 goles en su primer año, y posteriormente se marchó a la Real Sociedad, en donde tuvo un paso fugaz y discreto.
En su momento fue considerado el 'Luis Miguel' del futbol, un ídolo en la década de los 90, admirado y desde entonces ya demostraba inquietud por incursionar en facetas distintas a la de futbolista: en 1995 participó en la telenovela 'Lazos de amor' que protagonizó Lucero, por citar solo un ejemplo.
El mejor día de su carrera deportiva fue el 24 junio de 1994, cuando en el Mundial de Estados Unidos le marcó dos goles a Irlanda a pases de Carlos Hermosillo y Alberto García Aspe, bajo un calor infernal en Orlando.
Ambas estampas haciendo gala de su fácil disparo de primera intención o recepción y tiro, quedaron grabadas en la memoria, así como sus festejos, el primero de ellos con una tacleada impresionante de Joaquín del Olmo.
Marcó cerca de 300 goles en su trayectoria y defendió múltiples camisetas: América, Chivas, Atlante, Monarcas, Puebla, además de las antes citadas, y fue precisamente con La Franja cuando decidió de forma sorpresiva retirarse del balompié a los 31 años.
Hoy forma parte del 'Salón de la Fama del Futbol', pues después de Hugo Sánchez fue el segundo jugador mexicano que se abrió paso en el 'Viejo Continente' a punta de goles.
Este 1 de junio cumple 52 años Luis García Postigo, y en entrevista platica sobre sus diversas pasiones, las facetas que ejerce, sus alegrías, tristezas, gustos, y descubre un lado poco conocido, el del ser humano generoso, introvertido, y padre de cuatro hijos\u2026
¿En qué momento de tu vida te llegan los 52 años?
Es uno de los mejores momentos de mi vida y tiene que ver con que estoy más consciente de eso, voy a una velocidad más lenta, a los 52 años de edad voy menos rápido que antes, entonces me da chance de de ser consciente de las cosas buenas y de lo generosa que ha sido la vida en muchos aspectos conmigo.
Entonces es mi gran momento, pero tiene que ver con esta capacidad de asimilar y ser consciente de los momentos gratos y por supuesto de algunas turbulencias que siempre existirán.
¿Te sorprende que muchos jóvenes que no te vieron jugar te sigan, esto evidentemente por tu presencia hoy en día en la televisión?
Es simpático, nunca he creído en la fama, después de cierto tiempo te das cuenta que no sirve para un carajo, pero me resulta muy simpático que el seguimiento de los jóvenes ahora sea por la comunicación deportiva, pero me da mucho gusto porque quiere decir que tengo cierta empatía con chamacos a los que supero en edad de forma brutal.
¿Además de tus dos goles a Irlanda en EU 1994, qué otro gran momento atesoras de tu etapa como futbolista?
Mi debut en Pumas, el campeonato en la 90-91 contra el América, mi debut en el Atlético de Madrid, sin lugar a dudas, el de la Real Sociedad. Y así tendría que ir con cada uno de los momentos; en Chivas también, el campeonato de goleo con Atlante, inclusive en Puebla que jugué muy poco pero fue donde tomé la decisión más jodida de mi vida que fue retirarme de lo único que sabía hacer medianamente bien, que era jugar a la pelota\u2026
En el América porque cumplí un sueño de niño, yo era americanista de muy chavo, entonces llegar al América también fue increíble\u2026 Podría decirte 50 momentos.
Platica sobre tus múltiples facetas actuales: comunicador, empresario, 'actor', conferencista, restaurantero, socio de un equipo de futbol en EU, Caskarita, los mezcales, etcétera\u2026
Tengo una capacidad de reinvención importante, no le tengo miedo al ridículo ni al fracaso, entonces cualquier cosa que más o menos me inquieta intento lanzarme al precipicio o al vacío e intentar volar, y si no puedo volar, bueno pues vuelvo a empezar mi andar.
Una de mis grandes virtudes tiene que ver con que sé reírme de mí mismo, antes de que alguien me diga algo yo ya me estoy reinventando, entonces eso me permite aventurarme en muchas facetas que desconozco, porque ni soy empresario, estoy metido en todo y no gano un peso en nada.
El tema de las conferencias me parece extraordinario, me gusta muchísimo esta pequeña ansiedad que siento de salir al escenario a platicar con los chavos o las empresas, las mujeres o las personas de la audiencia, me encanta, me lleva un poco a ese sentimiento previo a un partido de futbol.
¿Por qué ventilas en redes sociales incluso cosas muy personales?
Las redes sociales para mí son un divertimento, entonces por eso incluyo a mi familia, a mis amigos, a lo que hago en el futbol, las pendejadas que hago, los errores que cometo, mi chamba como tal. No me lo tomo tan en serio, no me tomo la vida tan en serio, durante algún tiempo me la tomé en serio y la lectura no fue tan buena
¿En este sentido cómo manejar que la gente no transgreda y se meta en tu vida personal y opine de ella como si la hubiera vivido o estuviera viviendo?
Por el simple hecho de que yo exponga a mi persona y a mi familia, soy consciente de que la gente puede agredir o utilizar los mismos medios para insultarme no solo a mí, si no a mi gente.
Desde los 17 años que jugué, que debuté un poquito antes, estuve expuesto a la crítica en todos los sentidos, siempre fui un tipo y lo soy actualmente, bipolar en cuanto a la aceptación de la gente. Hay a quien le parezco capaz, eficiente y bueno en mi chamba y hay mucha a la que le parezco deleznable en todos los sentidos, pero he sabido vivir con esas dos partes de la historia.
Es más me sentiría incómodo si todos me quisieran y no polarizara las cosas, me sentiría mal. Yo ya generé una costra importante, por supuesto que los míos no, pero entienden que al estar vinculados familiarmente o por amistad con un personaje como yo, pues bueno lleva muy buenas en muchas, y muy malas en otras que hay que asimilar y aguantar con la misma tranquilidad.
¿Es cierto que eras muy soberbio, agrandado, sobre todo en tu etapa de jugador?
No sé si era mamón como jugador, aunque es cierto que no daba muchas entrevistas, eso sí puede ser, pero hacia adentro de los vestidores siempre fui un tipo muy participativo, tal vez hacia afuera sí di esa cara de soberbia, pero adentro siempre fui un tipo solidario y de equipo, siempre he creído en el trabajo en equipo, no entiendo la vida desde otro sitio, no creo en los éxitos individuales, creo en los éxitos colectivos siempre.
El futbol me enseñó eso desde muy temprana edad y la vida por supuesto, porque humano siempre he sido, siempre he sido un tipo generoso, humano, sensible, solidario, siempre. Y el caminar de la vida y los hijos, y mi esposa, mis padres, mi hermana y mis amigos han maximizado esa situación\u2026
Que hacia afuera manifestara otras situaciones tiene que ver con que soy un tipo muy penoso, parecería ser que no, pero mi hija Lorenza es igual y mi hijo Mariano es igual, nos cuesta mucho llegar a un lugar a donde no conocemos a la gente y tener que saludar.
¿Te gustaría que alguno de tus hijos juegue futbol profesional?
No tengo ninguna obsesión en que mis hijos Mariano, Lorenza que juega futbol, Roberta en su momento o Luis jueguen futbol de manera profesional.
Creo que es importante que hagan deporte y que hagan un deporte colectivo, sí me gustaría eso porque les va a enseñar muchas cosas aparte de lo que podamos hacer en la casa como familia y en la escuela. El deporte colectivo te enseña muchas cosas, a liar con el fracaso, con el triunfo, con la derrota, con las autoridades, contigo mismo, hay muchas enseñanzas. Pero no tengo ninguna obsesión para que jueguen futbol.
¿El apodo de doctor ya es casi una marca, es el que más te gusta o recuerdas algún otro que te agradaba que te dijeran?
El apodo del doctor es muy simpático, ya sabes el origen: el 'Nalgón' (Christian Martinoli) me lo puso en 2005, estábamos en Chiapas y me dijo 'te voy a decir doctor por el doctor divorcios, doctor de la vida', y se quedó, y hoy por supuesto que mi familia y mi gente cercana no me dicen 'Doctor', pero el 90 por ciento de la gente que no conozco se refiere a mí como el 'Doctor'.
Me agrada aunque no soy de apodos, yo no utilizo los apodos en las transmisiones aunque hay futbolistas que los tienen y la gente se refiere a ellos a través de su apodo bueno o malo, yo no los uso, yo uso nombre y apellido.
¿A quién admira el admirado Luis García?
Admiro a mi papá, a mi madre, por supuesto, a Rocío mi esposa. Es indomable, tiene una vehemencia y una voracidad y un alma a prueba de todo.
Cuenta la anécdota con Hugo Sánchez y el enojo que tuvieron por la casa en Madrid… ¿Se distanciaron desde entonces o nunca fueron cercanos?
Nunca fuimos cercanos, la vez que tuvimos vínculo fue en el Mundial (Estados Unidos 1994), inclusive fuimos compañeros de cuarto junto con David Patiño, yo estaba jugando en España y Hugo ya llevaba mucho tiempo allá y me acuerdo que a David Patiño que tocaba la guitarra le decíamos que nos tocara unas sevillanas o canciones españolas.
El recuerdo de Hugo en esa concentración en la que nos concentrábamos de a tres futbolistas por cuarto, es que él llevaba jamón de jabugo, queso manchego y una botella de vino tinto y nos compartía a David y a mí, muy generoso en ese sentido.
Lo de la casa de Madrid, bueno teníamos al mismo representante, José Manuel Sánz y entonces él dijo 'hay una casa en Majadahonda, que el Atlético de Madrid le pague a Hugo Sánchez la renta, y así fue.
Y me acuerdo que el pinche Vasco (Javier) Aguirre se burlaba de mí porque me preguntaba qué se sentía poner la cabeza para dormir en donde dormía Hugo Sánchez, entonces me jodía todo el tiempo con eso.
Y Hugo tenía en la sala de esa casa en Madrid una foto enmarcada de la chilena que le metió a Logroñés, la cual abarcaba casi todo el comedor; entonces bueno pues cuando me estaba comiendo mi sopa de lentejas lo veía ahí permanentemente hasta que decidí bajar el cuadro y ponerlo en la bodega.
¿Cuál es la faceta de tu vida que más has disfrutado o disfrutas: futbolista, directivo, padre, esposo, empresario, comunicador?
Sin lugar a dudas la de esposo y padre. Tengo hijos pequeños, y con mi hija mayor Lorenza estoy recuperando el terreno perdido porque muy temprano me divorcié de su mamá y estuvimos poco tiempo bajo el mismo techo.
Entonces con Mariano, con Roberta y con Luis estoy aprovechándolo al máximo y por supuesto con Rocío (su esposa), entonces por mucho la faceta que más disfruto es la de esposo y papá.
¿La Selección que dirigió Miguel Mejía Barón es la mejor de la historia bajo tu óptica, obvio más allá de que eras parte de ella?
Sí me parece la mejor Selección de la historia, sin lugar a dudas, porque fue un parteaguas como tal. Fue como poner el primer dique o primer ladrillo de la historia actual contemporánea, por supuesto, en todos los sentidos es la mejor de la historia y me saco yo del escenario, no me incluyo, me pongo fuera de eso grupo de trabajo y sigo pensando lo mismo.
Más allá de que no eres periodista, ¿qué opinas del periodismo deportivo hoy el día?
El periodismo deportivo tiene que llenar muchos espacios hoy. No soy periodista ni me he preciado de serlo, soy un tipo que ha desarrollado un oficio de comunicador, de comentarista y conductor. Hoy se accede con mucha facilidad, hay muchos más portales, más programas de radio, más televisoras, entonces el periodismo deportivo le ha dado cabida a muchas voces con mucha facilidad y ha bajado su calidad, eso está claro; al haber muchos más espacios me parece que ha venido a menos.
¿Quién fue tu mejor cómplice en el futbol?
Muchos cómplices en el futbol: Miguel Mejía Barón, Ricardo Ferretti, Mario Velarde, La Volpe, Beenhakker, Tomás Boy, inclusive el mismo Manuel Lapuente, Bora Milutinovic, muchos entrenadores que fueron socios y cómplices míos.
Y dentro de la cancha, mil: (Juan Carlos) Vera, David Patiño, Alberto García Aspe, Cuauhtémoc Blanco, Zague; hablo de los tipos con los que jugué en la última zona, el mismo Luis Hernández, el Cabrito Arellano en Guadalajara, Ramón Ramírez, Ricardo Peláez, Tiba en Atlante, (Ricardo) Carvajal también en el Atlante, fue un tipo que me ponía muchos pases de gol. Tuve muchísimos socios dentro de la cancha.
¿Quién es tu mejor cómplice en la vida?
La mejor cómplice de mi vida es mi japonesa Rocío Lara.
¿Qué te hace sufrir hoy en día, qué te causa dolor?
Más que sufrimiento es tristeza y es que como mexicanos estamos muy enojados por muchas situaciones y cuestiones. Se percibe una intolerancia y un enojo que uno podría pensar que es hasta justificado por muchas cuestiones políticas, sociales y económicas que vive nuestro país, eso es lo que me preocupa, ya no nos sonreímos, ya no nos saludamos, no somos tan cordiales el uno con el otro, esa es la parte que me da más que dolor, tristeza.
En contraparte ¿qué te hace feliz?
Mi familia. Durante muchos años pugné por una familia, por hijos, es mi legado, entonces ellos, mi primer círculo y por supuesto mis padres, mi hermana, mis sobrinos, mis cuñados, tengo una grandísima familia y eso me hace muy feliz.