El último partido de la eliminatoria de Concacaf para el Mundial de Qatar 2022 disputado en el Estadio Azteca entre México y El Salvador registró una pobre y discreta entrada, alejada de la fiesta que debía ser la probable y casi inminente clasificación directa del Tri a la Copa del Mundo.
De acuerdo con los primeros reportes, entre 12 y 15 mil personas ingresaron al Estadio Azteca; un triunfo de México le garantiza avanzar de manera directa al Mundial de Qatar.
La poca afluencia, comparada con los aproximadamente 50 mil asistentes (cantidad de boletos que se pusieron a la venta) para el partido frente a Estados Unidos, permitió agilizar el sistema de ingreso de los aficionados con el FAN ID y su código QR.
Al reducirse considerablemente la asistencia, una señal del mal funcionamiento de la Selección Mexicana en la eliminatoria, se 'agilizó' el ingreso de los aficionados. No hubo tantas filas y gente molesta como en en el encuentro anterior.
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Pero lo que se suponía debía ser una fiesta a todo pulmón para reconciliar a la Selección Mexicana y sus aficionados, solo dejó enormes huecos en las tribunas del Estadio Azteca. La pobre entrada no correspondió a la ilusión de que el Tri asegurar el triunfo y el boleto al Mundial ante El Salvador.