El pasado 9 de abril, el nadador Miguel de Lara se convirtió en el tercer deportista mexicano que dio la marca para clasificar a los Juegos Olímpicos de París 2024, tras imponer récord nacional en los 200 metros pecho en el selectivo de la especialidad, luego de registrar un tiempo de 2:09.60.

Sin embargo, la felicidad del coahuilense se ha visto empañada, pues al igual que resto de los atletas de deportes acuáticos, desde enero dejó de recibir su beca (era de 6 mil pesos), así como apoyos para viajes, campamentos y competencias, luego de que Ana Guevara, titular de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), tomó dicha decisión.

El pasado 18 enero, la funcionaria le avisó a los nadadores que debido a que World Aquatics (antes Federación Internacional de Natación, FINA), desconoció a Kiril Todorov como presidente de la Federación Mexicana de Natación (FMN) e instauró un Comité Estabilizador para regular las disciplinas acuáticas en el país, el cual considera "ilegal", les retiraría todos los apoyos que recibían de la Conade.

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"Significa mucho la clasificación (a Juegos Olímpicos), pero he estado apretadísimo de dinero, apretadísimo como no tienen una idea. Me aventé a hacer esto apostándole a mí mismo y con la esperanza de que consiguiendo buenos resultados llegaría el apoyo para pagar todo lo que se acumuló. Así que el hecho de haber logrado la marca me llena de felicidad y tranquilidad porque si consigo patrocinios ya no estaré con el estrés por sentirme ahogado económicamente", dijo De Lara en entrevista con la revista Proceso.

Al igual que la selección de Natación Artística, que con apoyo de una marca vendió trajes de baño, De Lara y algunos compañeros hicieron lo propio al ofertar en mil pesos prendas que usaron en competencias pasadas, pues según relató en la entrevista referida, ha pagado viajes, entrenamientos, alimentación e inscripciones a competencias con cuatro tarjetas de crédito, las cuales tiene 'a tope' y sin poder cubrir los adeudos.

"Son riñas personales que están afectando a los deportistas, es muy triste que haya personas tratando de cumplir sus sueños, luchando con uñas y dientes y que se encuentren con obstáculos por parte de las personas que se supone deberían trabajar en conjunto para ayudarnos. Eso no está sucediendo.

"El apoyo desapareció cuando empezaron los problemas políticos y la verdad no me gustaría meterme en eso. Yo sé nadar y las cuestiones administrativas se las dejo a las personas de pantalón largo", añadió en la plática con Proceso.

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La esperanza hoy en día para Miguel de Lara –y otros atletas– radica en que obtenga apoyo del Comité Olímpico Mexicano que preside María José Alcalá, el cual anunció la creación de un fideicomiso para respaldar a los deportistas desamparados por la Conade y que están buscando cumplir el ciclo olímpico que comprende Juegos Centroamericanos, Panamericanos y París 2024.

"Hablé con ella (con 'Marijose' Alcalá) y me prometió que va a hacer hasta lo imposible para conseguir los apoyos, ahorita lo único que puedo hacer es confiar. Los atletas no deberíamos preocuparnos por esto", puntualizó.