La sonrisa de Osmar Olvera fue más evidente luego de ver cómo era recibido con mariachis. Era un ambiente de fiesta: “No saben las ganas que tengo de unos tacos”, decía a su paso, mientras era vitoreado y, al sonar las notas de la música vernácula, el doble medallista en trampolín individual y sincronizado pudo constatar el gran cariño y admiración que gestó tras alcanzar la gloria en París 2024.
"Estoy muy feliz de regresar, de ver la forma en la que estoy siendo recibido al lado de la familia. Lo estoy dimensionando apenas y solamente me queda agradecer a todo México por su apoyo. Las medallas tienen un gran significado, espero que sirvan de inspiración a muchas personas de que los sueños se cumplen”, sentenció el joven de 20 años en su llegada al aeropuerto de la Ciudad de México.
Olvera relató que sus últimos días en París los aprovechó para conocer la ciudad junto a su familia; sin embargo, aunque ganó plata en sincronizados y bronce en individual, se quedó con la ‘espinita’ de que podía conseguir la medalla de oro junto a Juan Manuel Celaya.
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“Todo es parte del trabajo, sabía que podría regresar con preseas y lo mejor es que mi familia estuvo allí. Estaba seguro de que habíamos ganado, al caer las calificaciones nos dimos cuenta que no. Es un deporte de apreciación, nos quedamos muy cerca”, puntualizó.