EFE.- Más de 300 corredores participarán en un encierro con reses bravas el próximo 13 de julio en la Plaza de Toros México, en un evento similar a la ‘Pamplonada’ que se celebrará por primera vez en dicho recinto.
El economista mexicano César Benítez correrá delante de un toro por primera vez en su vida. Lo hará en un recorrido cerrado, con una anchura media de los pasillos de 4.5 metros. Será el primer encierro con participación popular registrado en la historia taurina de la capital del país, que está a un lustro de cumplir 500 años de su primera corrida de toros.
Benítez expresó su temor por el peligro que enfrentará el sábado, pues “no hay salidas naturales como en los recorridos por las calles”. El no cumplir un trayecto urbano será una de las características especiales que tendrá la denominada ‘Pamplonada’ por la empresa gestora de La Plaza México.
Tradicionalmente esta expresión de la tauromaquia sucede por las calles de una localidad. Así es en Pamplona, España, o Huamantla en México. Otra diferencia es que los toros no serán los ejemplares que, tan solo 15 minutos después de la carrera, serán lidiados en la primera corrida de la temporada novilleril de la capital. Hasta ahora, hay 350 corredores inscritos, la gran mayoría no ha participado en una carrera con toros.
Para Lu Llanos, periodista taurina, será su estreno. Leyó sobre el tipo de entrenamiento específico practicado para correr delante de astados, por lo que ha estado entrenando carrera corta, pues espera recorrer algo más de la mitad de los 750 metros de trayecto. La mexicana dijo estar preocupada por la “pronunciada bajada de unos 100 metros”.
Para atender a los corredores en caso de percance habrá un equipo de 10 médicos, 24 paramédicos y 10 ambulancias. Además de brigadistas de primeros auxilios. Entre los aficionados mexicanos existe cierta polémica sobre la decisión de incluir una carrera de estas características en la programación de La Plaza México.
La investigadora en materia taurina y autora del libro ‘Toros: Fundamentos y futuro de un ritual ancestral’, Fernanda Haro Cabrero, señaló que “es bueno” que se incorporen a la tauromaquia formal “las tauromaquias populares”, por la vida cultural que se origina alrededor del encierro.
“Va a ser la ocasión y la oportunidad para que mucha gente vea de cerca el toro. Es una manera de llevar el campo a la urbe” concluyó. Pero no será la primera vez que los toros lleguen al ruedo ‘a pie’ en la Ciudad de México.
El historiador Jorge Eduardo Gallegos Infante señaló que, debido a las dificultades de llegar en ferrocarril en los años 30, los toros que iban ser lidiados en la desaparecida Plaza del Toreo de la Condesa, se llevaban a pie por la noche, recorriendo entre cuatro y cinco kilómetros por Reforma y Chapultepec, en el centro de la capital mexicana.
No sólo esas populares zonas de la Ciudad de México han sido transitadas por toros bravos. También por la colonia Roma trotaban las reses hasta la Plaza de Toros de La Piedad, entre 1899 y hasta 1913. Gallegos Infante declaró que 1946 fue “probablemente” el último año en el que los toros fueron llevados andando hasta la plaza.
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