AP.- La economía estadounidense se contrajo a una tasa vertiginosa del 32.9% anual en el trimestre de abril a junio, por mucho la peor caída trimestral de la historia, debido a que el Covid-19 cerró las empresas, dejando sin trabajo a decenas de millones y enviando el aumento del desempleo a 14.7%, dijo el gobierno este jueves.

La estimación del Departamento de Comercio de la disminución del segundo trimestre en el Producto Interno Bruto (PIB), la producción total de bienes y servicios, marcó la mayor caída en los registros, que datan de 1947. La peor contracción trimestral anterior, una caída del 10%, ocurrió en 1958 durante la administración de Eisenhower.

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La caída del último trimestre siguió a la del 5% en el trimestre enero-marzo, durante la cual la economía entró oficialmente en una recesión provocada por la pandemia, terminando con una expansión económica de 11 años, la más larga registrada en los Estados Unidos.

La contracción en la primavera fue impulsada por un profundo retroceso en el gasto del consumidor, que representa aproximadamente el 70% de la actividad económica. El gasto de los consumidores se derrumbó a una tasa anual del 34.6%, ya que se cerraron muchos restaurantes, bares, lugares de entretenimiento y otros establecimientos minoristas.

La caída en el PIB “subraya el impacto sin precedentes de la pandemia en la economía“, dijo Andrew Hunter, economista estadounidense de Capital Economics. “Esperamos que pasen años para que el daño se recupere por completo”.

La caída económica fue tan vertiginosa el último trimestre, que la mayoría de los analistas esperan que esta tenga un fuerte repunte en el actual período de julio a septiembre, tal vez hasta un 17% o más sobre una base anual.

Sin embargo, con la cantidad de casos confirmados de Covid-19 que han aumentado en la mayoría de los estados, más empresas se ven obligadas a retroceder en las reaperturas y el Senado republicano propone reducir la ayuda del gobierno a los desempleados. La economía podría empeorar en los próximos meses.

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El último trimestre, además del gasto del consumidor, la inversión empresarial y la vivienda residencial también registraron fuertes caídas, con un gasto de inversión del 27% y una caída de la vivienda residencial del 38.7%.

El gasto de los gobiernos estatales y locales, afectado por una pérdida de ingresos fiscales que obligó a los despidos, también cayó a una tasa anual del 5.6%. Pero el gasto general del gobierno aumentó un 2.7%, impulsado por un aumento del 17.4% en el gasto federal, lo que refleja los más de 2 billones de dólares de ayudas que el Congreso promulgó para proporcionar pagos de mil 200 dólares a las personas, ayuda a pequeñas empresas y beneficios suplementarios de desempleo.

El mercado laboral, el pilar más importante de la economía, ha sufrido graves daños. Decenas de millones de empleos desaparecieron en la recesión. Más de 1 millón de personas despedidas han solicitado beneficios de desempleo durante 19 semanas consecutivas. Hasta ahora, aproximadamente un tercio de los trabajos perdidos se han recuperado, pero el virus resurgente probablemente disminuirá aún más las ganancias en el mercado laboral.

El presidente Donald Trump ha presionado a los estados para reabrir los negocios a pesar de las preocupaciones de que el virus sigue siendo una amenaza para los trabajadores y clientes en muchos trabajos de la industria de servicios que requieren contacto cara a cara frecuente.

Muchos economistas señalan que la economía no podrá recuperarse completamente hasta que se derrote a la pandemia, un punto subrayado el miércoles en una conferencia de prensa por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. El presidente de la Fed advirtió que la pandemia ha puesto en peligro una recuperación económica modesta y que, como resultado, la Fed planea mantener las tasas de interés fijadas cerca de cero en el futuro.