AP.- El número de trabajadores despedidos que solicitaron ayuda por desempleo cayó por debajo del millón la semana pasada por primera vez desde que la pandemia se intensificó hace cinco meses, pero aún se mantiene en un nivel alto.
La pandemia sigue forzando despidos, justo cuando el vencimiento de un beneficio federal por desempleo de 600 dólares a la semana ha agravado las dificultades para muchos.
El Departamento de Trabajo dijo que las solicitudes cayeron a 963 mil, la segunda caída consecutiva, desde los 1.2 millones de la semana anterior. La disminución sugiere que los despidos se están desacelerando, aunque la cifra de la semana pasada aún supera el récord previo a la pandemia de poco menos de 700 mil.
Lee también: Precios al consumidor en EU se aceleran en julio
La pandemia, los cierres destinados a combatirla y la renuencia o incapacidad de muchas personas para comprar, viajar o comer fuera continúan debilitando la economía y han obligado a las empresas a recortar personal. Veintitrés estados han detenido o revertido sus reaperturas comerciales. En una señal esperanzadora, la tasa de nuevos casos confirmados ha disminuido en las últimas dos semanas, aunque sigue estando muy por encima de las tasas de mayo y junio.
En total, también menos personas siguen recibiendo ayuda estatal por desempleo. Esa cifra se redujo a 15.5 millones, desde los 16.1 millones de la semana anterior.
Durante meses, los desempleados también habían recibido 600 dólares por semana en ayuda federal por desempleo además de su beneficio estatal. Pero el pago federal ha expirado y las negociaciones en el Congreso para extender ese beneficio, probablemente a un nivel de pago más bajo, se han derrumbado por el rencor.
La ayuda federal complementaria había permitido a muchos estadounidenses desempleados pagar renta, comida y servicios públicos, y su vencimiento amenaza con debilitar el gasto del consumidor y desacelerar aún más la economía. Los beneficios por desempleo han representado aproximadamente el 5% del ingreso nacional desde abril, una proporción mayor que incluso el Seguro Social. La pérdida de 600 dólares ha reducido los beneficios para el receptor promedio de la mitad a las tres cuartas partes.