La OPEP estima que el consumo mundial de petróleo continuará aumentando a medio plazo hasta una media de 104.4 millones de barriles diarios (mbd) en 2026, es decir, 4.4 mbd más que en 2019 y 13.8 mbd más que el año pasado, cuando la demanda de crudo se desplomó a raíz de la crisis del coronavirus.
Estos cálculos, publicados este martes por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), están sujetos a múltiples factores de incertidumbre como la evolución de la pandemia de la Covid-19 y el avance de medidas contra el cambio climático.
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Con respecto al incremento de la demanda petrolera previsto hasta 2026, se espera que casi el 80% “se materialice en los tres primeros años”, afirma la OPEP en su informe anual.
El documento “Perspectiva Mundial del Petróleo 2021” (WOO 2022, en inglés), intenta vislumbrar, a poco más de un mes de la próxima cumbre climática COP26 de Glasgow (Reino Unido), la trayectoria del uso del “oro negro” hasta 2045.
En el principal escenario previsto, la OPEP cuenta con que la economía mundial crecerá este año un 5.5% y cerca del 4% en 2022, antes de retroceder hasta poco más del 3% en los años siguientes.
El PIB mundial subirá una media del 3.8% anual hasta 270 billones de dólares en 2045, más del doble de los 125 billones del año pasado.
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China y la India serán entonces responsables del 37% del PIB, mientras que las naciones de la OCDE aportarán el 34%.
Las estimaciones están relacionadas también con el desarrollo demográfico, marcado por el envejecimiento de la población y aumentos en la urbanización y la migración. El informe vaticina 9 mil 500 millones de personas en el planeta en 2045.
“Es aún demasiado pronto para juzgar todas las consecuencias” de la pandemia en la economía -y por ende en el mercado del petróleo-, admite la OPEP. Sin embargo, sí distingue ya “algunas tendencias y dinámicas” que impactan a medio plazo.
Entre ellas destaca un “movimiento hacia una economía global más localizada y menos entrelazada”, el “rápido aumento de los niveles de deuda mundial” y los estímulos fiscales y monetarios, que incluyen “garantías de cerca de 24 mil millones de dólares”.