EFE.- El petróleo continuó este lunes su tendencia al alza, con el Brent en 123.21 dólares al cierre y el Texas en 119.40 dólares, en un entorno de creciente inquietud sobre el suministro a raíz de la guerra en Ucrania que podría derivar, según los analistas, en “consecuencias económicas severas”.
Este último repunte del Brent se produce después de que Estados Unidos revelara el fin de semana que valora con la Unión Europea imponer un veto a la importación de petróleo procedente de Rusia, otro de los intentos por asfixiar la economía de ese país en represalia por sus ataques a Ucrania.
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El precio del barril de crudo de referencia en Europa para entrega en mayo se disparaba ya en la apertura, cuando avanzó un 12.25% en el mercado de futuros de Londres, superando los 130 dólares (130.21) por barril, y llegó a tocar anoche los 139.13 dólares, máximos no vistos desde 2008.
El avance se moderó durante la jornada y, al término de la sesión, el Brent se había disparado un 4.26% respecto al cierre del viernes, y los contratos del Texas para entrega en abril un 3.2%.
Cuando Rusia inició el conflicto el pasado 24 de febrero, el crudo del mar del Norte se embarcó en una escalada imparable de más de un 34%, aproximándose a sus máximos históricos, por encima de los 146 dólares registrados a principios de julio de 2008.
La subida de los precios, debida en parte a la dependencia de muchos países del petróleo ruso, relegará a un segundo plano de momento la transición energética hacia fuentes renovables.
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Precisamente los primeros ministros del Reino Unido, Boris Johnson, y Países Bajos, Mark Rutte, coincidieron este lunes en que la reducción de la dependencia de los hidrocarburos rusos debe hacerse “paso a paso”, en lugar de con un veto inmediato a todas las importaciones.
Rusia representó alrededor del 45% de las importaciones de gas de la UE en 2021 y casi el 40% de su consumo total de gas.