El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó este miércoles que Standard & Poor’s ratificó la calificación de México y cambió la perspectiva de negativa a estable luego de un año de mantenerse así. El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, que permanece aislado luego de que dio positivo a Covid, le informó mediante una nota al presidente.

“El secretario Ramírez de la O me ha pedido que le envíe esta nota informando que Standard & Poor’s ha ratificado la calificación crediticia del país y, lo más importante, que ha cambiado la perspectiva de negativa a estable”, dice la nota que entregó al mandatario Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda.

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“La calificadora Standard & Poor’s tenía a México con esta perspectiva desde hace poco más de un año. Esta modificación es importante porque cuando un país tiene una perspectiva negativa, es probable que exista una reducción de la calificación“, dice la nota.

De acuerdo con el análisis del funcionario, el cambio de la perspectiva “brinda mayor certidumbre a los inversionistas de que no habrá una baja de la calificación en los siguientes meses \u2014usualmente en los próximos 12\u2014 a menos de que suceda algún evento extraordinario”.

Standard & Poor's advierte que conflictos en el T-MEC podrían llevar a una baja en la calificación

En un comunicado, Standard & Poor's detalló que la perspectiva estable incorpora los complejos desafíos fiscales en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la menor incertidumbre sobre la política energética y los avances en la inversión del sector privado relacionado con el comercio.

Sin embargo, advirtió que retrocesos inesperados en la gestión macroeconómica o en el diálogo entre los socios del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre el fortalecimiento de la cadena de suministro y los vínculos transfronterizos, podrían debilitar la inversión en la confianza de los inversionistas, lo que llevaría a una baja de las calificaciones en los siguientes dos años.

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Niveles más altos de deuda del gobierno y de déficits aumentarían los riesgos fiscales asociados con cualquier apoyo a Pemex y CFE, lo que también podrían tener como consecuencia una baja en las calificaciones crediticias, señaló la calificadora.