AP.- El presidente Donald Trump presionó al gobernador de Georgia para que convocara a una sesión legislativa especial a fin de alterar los resultados de la elección presidencial en ese estado.
La obsesión del mandatario con su derrota opaca la campaña que emprendió el Partido Republicano en Georgia para rescatar la mayoría en el Senado.
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El presidente y el gobernador de Georgia, Brian Kemp, sostuvieron una conversación telefónica el viernes horas antes que el presidente se presentara en Valdosta, donde los republicanos esperaban que Trump se dedicara a implorar a sus partidarios a votar en dos contiendas de segunda vuelta el 5 de enero.
Horas antes del evento, Trump solicitó a Kemp que ordenara la sesión legislativa para subvertir los resultados. El gobernador se rehusó, de acuerdo con un funcionario del gobierno estatal enterado de la llamada. El funcionario habló a condición de mantener el anonimato al no tener autorización para discutir la conversación privada. Una persona cercana a la Casa Blanca que fue informada sobre el asunto verificó esa respuesta en la conversación.
Según un tuit del gobernador, Donald Trump también le pidió que ordenara una auditoría de las firmas en las boletas de los votos por correo de la contienda presidencial en su estado. Kemp no puede realizar la medida al no tener la autoridad para interferir en el proceso electoral a nombre del presidente.
"Su gente se niega a hacer lo que usted le pidió", se quejó, como si hablara con Kemp. "¿Qué ocultan? Al menos pida inmediatamente una Sesión Especial de la Legislatura. Eso pueden hacer fácil e inmediatamente".