Michael Bloomberg se mantiene en el segundo lugar de las encuestas a nivel nacional, por debajo de Bernie Sanders. Esto a pesar de su mal desempeño en el debate de la semana pasada y de no participar en los caucus y primarias de Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur.

Bloomberg no sufre consecuencias por fracaso en debate

En total 19.7 millones de personas vieron el último debate del Partido Demócrata en Las Vegas. Es el más visto en la historia del partido, con un rating que superó a los Golden Globes. Las opiniones son variadas con respecto a quién fue el ganador, sin embargo, hay consenso en cuanto al perdedor: Michael Bloomberg.

El New York Times publicó que "el desempeño del Sr. Bloomberg en el debate fue tan deslucido que tanto seguidores como rivales quedaron desconcertados".

En el Washington Post se leyó "el debut de Mike Bloomberg en debate (\u2026) fue juzgado como un rotundo fracaso".

La agencia de noticias Vox, tituló su artículo de esa noche "Mike Bloomberg es un desastre".

Por la relevancia de este fracaso y los cuestionamientos que ahí se le hicieron sobre las acusaciones de acoso y misoginia, así como las políticas racistas durante su gestión como alcalde de Nueva York, muchos esperaban que los números de Bloomberg cayeran estrepitosamente en las preferencias del electorado. Sin embargo, las encuestas más recientes señalan otra cosa.

Los agregados de encuestas nacionales publicados por FiveThirtyEight y The Economist muestran un crecimiento sostenido que mantiene a Bloomberg en el segundo lugar, por debajo de Bernie Sanders. Lo anterior como si debate en Nevada y los resultados en ese caucus, no hubieran sucedido. Real Clear Politics revela un pequeño descenso que no alcanza el 1%.

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Parece que la arriesgada estrategia de Bloomberg y los millones de dólares invertidos están pesando más que su desempeño frente a las cámaras.

Antes de esta elección, el candidato que más dinero había invertido en su propia campaña era Donald Trump, quien gastó un total de 71 millones de dólares. Bloomberg ha desembolsado 409 millones hasta el momento.

¿En qué gasta su dinero?

Los recursos de su campaña presidencial se han distribuido en publicidad de medios tradicionales, medios digitales y un extenso equipo territorial de más de 2 mil personas, desplegado en los estados de mayor peso electoral como Texas y California.

Por otro lado, Bloomberg decidió minimizar los gastos en los estados que votan temprano: Iowa, Nevada, New Hampshire y Carolina de Sur. Ahí sus competidores han estado sumergidos durante las últimas semanas y él ni siquiera aparece en la boleta. En Nevada, hasta la semana pasada, no había un solo empleado contratado.

En cuanto a la estrategia publicitaria, causaron gran revuelo los 10 millones de dólares que costó su anuncio de televisión de 60 segundos durante el Super Bowl.

Sin embargo, su campaña no se detuvo ahí. Bloomberg busca conectar con las nuevas generaciones a través de las tecnologías digitales y el humor. En las últimas semanas, inundó las redes sociales con mensajes dirigidos a los jóvenes, un grupo que parecía ya estar conquistado por Bernie Sanders.

Los memes publicados por decenas de influencers hacen ver a un candidato capaz de reírse de sí mismo y sus fallas. Se burlan de su avanzada edad, de la cantidad de dinero que está gastando en la campaña y de sus malos chistes. Estos memes se han vuelto virales y han provocado cascadas de comentarios entre ciudadanos incrédulos y aquellos que aplauden una iniciativa tan arriesgada.

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Finalmente, Bloomberg está aprovechando una extensa red de apoyos construida durante años mediante donativos a campañas de congresistas y alcaldes, así como a organizaciones civiles. Aunque fue el último de los aspirantes en anunciar su candidatura, hay quienes dicen que es el que llevaba más tiempo en campaña. Cada uno de los apoyos que ha construido mediante donativos en el pasado es un posible aliado en el presente.

Será el 3 de marzo en el Supermartes cuando podamos ver por primera vez a Bloomberg en la boleta del partido y saber si su estrategia finalmente se convierte en los votos necesarios para acercarlo a la candidatura.