AP.- Las revelaciones de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pagó apenas 750 dólares en impuestos federales el año que se presentó a las elecciones, y que en muchos otros no pagó nada amenazaban con socavar un pilar de su atractivo entre los trabajadores poco cualificados y abrir una vía de ataque para su rival demócrata, Joe Biden, la víspera de su primer debate de la campaña presidencial.
Trump lleva décadas construyéndose una imagen de empresario de gran éxito, e incluso escogió "magnate" como su nombre clave para el Servicio Secreto. Pero The New York Times reveló el domingo que en 2016 pagó apenas 750 dólares en impuestos federales sobre los ingresos en 2016, el año que ganó las elecciones, y en 2017, su primer año en el cargo.
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En 10 de los 15 años previos no pagó nada en impuestos, principalmente porque reportó haber perdido más dinero del que había ganado, según el Times, que tuvo acceso a datos de declaraciones fiscales de varios años, una información que el presidente trató de mantener privada en una larga batalla legal.
El reporte se publicó en un momento especialmente precario para Trump. La campaña republicana está teniendo problemas para hacer frente a las críticas a la gestión de la pandemia por parte del presidente. Además, la publicación ofrece a Biden una línea fácil para atacarle en el debate del martes. Y dado que el voto por correo ya está abierto en algunos estados y queda apenas un mes para los comicios, Trump podría quedarse sin tiempo para darle la vuelta a su campaña.
"Donald Trump necesita que estas elecciones vayan sobre Joe Biden como candidato", dijo el veterano consultor republicano Alex Conant. "Esto mantiene la atención directamente sobre la personalidad de Trump y el caos antes de la noche más importante de la campaña, el debate".
Por supuesto, Trump ha afrontado -y sobrevivido- a revelaciones devastadoras que habrían hundido a cualquier otro político. La más llamativa fue la publicación de una cinta de "Access Hollywood" en octubre de 2016, en la que se oía a Trump presumir sobre besar y manosear a mujeres sin su consentimiento. El video se publicó apenas dos días antes de que Trump se enfrentara a la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton, en su segundo debate, y en el momento se consideró como una sentencia de muerte para su campaña.
En este punto de la campaña, cuando ya se está votando en muchos estados y quedan muchos votantes indecisos, no está claro que cualquier nuevo descubrimiento sobre Trump vaya a marcar una diferencia. El apoyo al mandatario se ha mantenido bastante estable en los últimos años, según los sondeos realizados durante su presidencia.
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Sin embargo, los reportes fiscales golpean el corazón del atractivo de Trump, especialmente entre votantes de clase trabajadora en estados como Pensilvania, Wisconsin y Michigan, que le impulsaron a la presidencia en 2016. Unos dos tercios de los votantes blancos sin titulación universitaria apoyaron a Trump, según un análisis del Pew Research Center, frente a apenas 2 de cada 10 personas no blancas sin titulación universitaria.
De hecho, una encuesta de Gallup en febrero de 2016 mostró que los republicanos que querían que Trump obtuviera la candidatura del partido mencionaron su experiencia como empresario como el segundo motivo más importante para apoyarle, solo por detrás de su condición de persona ajena a la carrera política.
Incluso hoy, cuando se pregunta a sus votantes por los motivos de su apoyo, suelen señalar a su éxito en los negocios como prueba de su perspicacia. Y suelen repetir el argumento del mandatario de que renunció a unas condiciones muy buenas para servir como presidente, poniendo ese sacrificio como prueba de que se presentó al cargo no por interés propio, sino porque le importa mejorar las vidas de personas como sus votantes.
Pero la imagen de un hombre que vuela en aviones privados de una propiedad de lujo a otra y que paga menos impuestos que millones de estadounidenses con estilos de vida mucho más modestos podría provocar un rechazo similar al que enfrentó en 2012 el candidato republicano Mitt Romney cuando se le grabó en un acto privado de recaudación de fondos diciendo que el 47% de estadounidenses que no paga impuestos sobre sus ingresos "depende del gobierno" y nunca le votaría.
"Mi trabajo no es preocuparme de esa gente. Nunca les convenceré de que deben asumir una responsabilidad personal y ocuparse de sus vidas", dijo Romney.