Después de haber encarnado al excéntrico millonario Tony Stark por más de una década, Robert Downey Jr. deja atrás el universo cinematográfico de Marvel con la fama y la fortuna suficiente como para seleccionar con mayor libertad su siguiente proyecto y, para sorpresa de muchos, éste resulta ser una nueva versión del "Dr. Dolittle". El personaje creado por el autor inglés Hugh Lofting hace un siglo ha recibido más de una decena de adaptaciones cinematográficas que no han sido tan afortunadas como los libros que las originaron y para la mala suerte de Universal Pictures, esta nueva versión repite esa misma historia.
Hace mucho años vivió en algún lugar de Inglaterra John Dolittle, un doctor que tenía la capacidad de hablar con los animales. Su don le trajo gran reconocimiento, por lo que la reina le entregó una gigantesca propiedad en donde él podría atender a sus pacientes al lado de su esposa. Desafortunadamente, un trágico viaje le arrebató al amor de su vida, por lo que él decidió encerrarse en su mansión, lejos de todo contacto humano.
Cuando una extraña enfermedad afecta a la reina y un joven se ve en la necesidad de requerir los servicios del doctor, Dolittle tendrá que embarcarse en una nueva aventura para salvar a la soberana y reencontrarse consigo mismo.
¿Es una buena cinta de Dolittle o no?
El gran problema que ha enfrentado esta película ha sido la rapaz crítica que ha recibido a través del internet y las redes sociales, quienes han buscado la manera más soez y creativa para criticar una película que no es mala, sino tonta. Durante todo el filme sentimos la intención que tenía el director Stephen Gaghan de entregarnos una aventura épica, pero es evidente que las rumoradas escenas que se volvieron a filmar para hacer la cinta "más familiar" y "más graciosa" hicieron que esta el ritmo por completo. El resultado final es una producción con un Robert Downey Jr. que se siente completamente fuera de lugar y un nulo desarrollo de personajes secundarios para llenar el filme de clichés de todo tipo, los cuales sólo serán graciosos para el público infantil, y no para todos.
Podríamos hablar de que los efectos visuales varían desde lo más detallado hasta los más artificioso de una escena a otra o del humillante climax, pero lo que más llama la atención del filme es la forma en como el reparto liderado por Jim Broadbent y Antonio Banderas prácticamente se queda en el olvido, mientras que los grandes actores que le dan voz a los animales se quedan simple y llanamente como una decoración menor en una aventura que pudo haber sido mucho mejor de lo que al final llegó a las salas de cine.
Las redes sociales y su condena
Como lo comentamos anteriormente, "Dolittle" no es una película mala, sino torpe, y de no ser por las crueldad de las redes sociales ésta hubiera pasado desapercibida, como debió haber ocurrido. Desafortunadamente para el estudio, su reparto y la carrera incipiente de Harry Collet -el joven que interpreta al aprendiz del doctor-, ahora la producción se considerará como uno de los fracasos cinematográficos más grandes del 2020.