Se rascan capas de pintura y se encuentran letras borrosas o antiguos grabados que indican que algunos comercios en Edimburgo tenían otra función en el pasado. Estos son los llamados Ghost signs que ahora son tendencia en la capital escocesa.
Es normal que un negocio empiece renovaciones y encuentre letreros de todo tipo bajo kilos de pintura vieja. Tal vez un salón de belleza era antes una tienda de abarrotes, una óptica solía ser una farmacéutica de antaño, o una cafetería servía de tienda de vinos, dato apenas visible en una ventana antigua.
La Royal Mile es una de las calles más destacadas de Edimburgo, cuyo centro histórico es Patrimonio de la Humanidad, de acuerdo con la Unesco, y uno de los lugares donde más aparecen estos letreros deslavados, pero palpables.
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En todo tipo de edificios, comercios, fábricas y viviendas, y en muchos vecindarios aparecen estos retazos de historia escocesa. Y, cada vez, más personas descubren el valor de tener expuestos estos ecos del ayer.
Uno de los más interesantes Ghost signs es el de Artisan Coffee. Los dueños de esta cafetería, ubicada en el barrio de Leith, decidieron rejuvenecer la fachada y encontraron un letrero de 1850.
Éste anunciaba que, antes, el espacio lo ocupaba una tintorería.
"Cuando empezamos la renovación y la gente pasaba por delante, nos preguntaban si íbamos a mantenerlo. Así que hicimos una encuesta en Instagram para saber qué querían los clientes y la mayoría contestó que lo mantuviésemos", cuenta Lynsey Bozkurt, la propietaria.
La fascinación por la historia de los Ghost signs
Prueba del gusto de los edimburgueses por los Ghost signs y el conocimiento que aportan sobre su comunidad es la página de Facebook Edingburgh Ghost Signs, donde Leila Kean recopila fotografías de los letreros.
La intención de la "veterana cazadora de letreros fantasma", como se autodefine, es "documentar" estas obras de arte, algunas con más de cien años de antig\u00fcedad.
Sus casi 5 mil 500 seguidores son prueba de que no es la única con este gusto por esta estética deslavada, pero llena de crónicas.
"A todo el mundo le gusta un poco de nostalgia e ir a la caza de letreros fantasma en Edimburgo, definitivamente tiene mucho de ello. Conseguimos que muchas personas aporten fotos y siempre se genera algún tipo de conversación o curiosidad", afirma Leila, quien es especialista en creación de contenido e imagen de marcas.
enfatiza que "Edimburgo es conocida por su herencia cultural, por lo que creo que ver 'ejemplos vivos' de antiguos oficios y negocios en ella ayuda a mantener vivo este patrimonio tanto para visitantes como para residentes".
Con información de EFE