Las Hilanderas, una de las máximas obras de Diego Velázquez, se exhibe desde este lunes en una de las galerías del Museo del Prado en Madrid.
La pintura, que es considerada una de las más grandes representaciones de arte europeo, recuperó su tamaño original gracias a un marco movible que esconde los añadidos que se le hicieron en el siglo XVIII.
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Velázquez pintó Las Hilanderas entre los años 1655 y 1660, mide 167 por 250 centímetros, pero durante el siglo XVIII se le agregaron una banda superior y otras tres más pequeñas en la parte inferior.
Otro detalle que modificó su diseño original fue la amplitud de sus extremos derecho e izquierdo, eso hizo que sus medidas ahora fueran de 200 por 289 centímetros. La alteración de la pintura se dio luego de que el Alcázar, la residencia de los reyes, se incendiara en 1743.
El nuevo Palacio Real se decoró con pinturas que provenían de las Colecciones Reales, entre estas se encontraba Las Hilanderas. Autoridades del palacio alteraron las dimensiones de la obra para que no pareciera tan pequeña ante los imponentes muros.
En aquellos tiempos el concepto de autoría ”no era tan venerado como ahora”, según Javier Portús, jefe de Conservación de Pintura Española del Prado. Luego de las modificaciones que se le hicieron, la pintura de Velázquez cambió desde el punto de vista espacial, cromático y narrativo.
Esto afectó hasta el punto que una escena mitológica se convertía en una estampa costumbrista. Ahora, con el nuevo marco se vuelve a apreciar la visión original del artista, esto gracias a un ”panel de enmascaramiento” que oculta las interferencias.
Este marco fue diseñado por técnicos especialistas del museo. No tiene precedentes en otros centros museísticos, afirmó Andrés Ubeda, director adjunto de Conservación de la pinacoteca.
Con información de EFE Noticias