Estados Unidos lanzó este jueves un ataque aéreo en Irak contra miembros de una milicia chiíta respaldada por Irán, que se cree es responsable de un atentado que mató e hirió a soldados estadounidenses y británicos, en una base al norte de Bagdad.

Las autoridades estadounidenses señalaron que los ataques golpearon cinco ubicaciones distintas; éstas eran instalaciones de armas de Ketaib Hezbollah.

Como los detalles respecto a esta operación aún no eran públicos, los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato.

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Los aviones, tripulados por estadounidenses, atacaron las bases iraquíes horas después de que los principales líderes de defensa de Estados Unidos amenazaron con represalias por el ataque del miércoles.

"Estados Unidos no tolerará los ataques contra nuestra gente, nuestros intereses o nuestros aliados", señaló el secretario de Defensa, Mark Esper.

"Como hemos demostrado en los últimos meses, tomaremos las medidas necesarias para proteger nuestras fuerzas en Irak y la región".

Esper le aseguró a los periodistas en el Pentágono que el presidente Donald Trump le dio la autoridad para tomar las medidas que considerara necesarias.

"Tenemos que responsabilizar a los perpetradores", señaló Esper. "Pueden atacar nuestras bases, matar y herir a estadounidenses, y salirse con la suya", dijo.

Dos soldados estadounidenses y un miebro del servicio británico murieron cuando 18 cohetes alcanzaron una base militar en la que se encontraban tropas internacionales.

El ejército de Estados Unidos dio a conocer que los cohetes fueron disparados desde una camioneta que fue hallada por las fuerzas de seguridad iraquíes.