Las protestas contra el abuso policial regresaron este domingo a Los Ángeles, tras la muerte de un joven latino que era guardia de seguridad y fue baleado por alguaciles de la ciudad la noche del jueves.

Los sucesos dieron continuidad a las manifestaciones iniciadas por la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano, a manos de un policía en Minneapolis.

El salvadoreño Andrés Guardado murió el pasado 18 de junio luego de que un oficial del Departamento de Policía de Compton le disparara seis veces en el torso la noche del jueves.

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El suceso ocurrió al sur de Los Ángeles, en el comercio en el que el joven trabajaba. Las autoridades aún investigan la muerte de Guardado.

El rechazo nacional del uso excesivo de fuerza por parte de las autoridades locales cometidos durante arrestos, tomó un nuevo impulso en Los Ángeles.

Al grito de "el pueblo unido jamás será vencido”, cientos de manifestantes de la comunidad latina y afroamericana con cartelones tomaron las calles aledañas al vecindario donde ocurrió el incidente pidiendo justicia. Luego, los manifestantes se dirigieron al centro de la ciudad.

Las manifestaciones que se desataron en Los Ángeles, luego de la muerte de George Floyd, obligaron a declarar el toque de queda por varios días.

El movimiento hizo más notorias las protestas que, por años la comunidad afroamericana y latina han hecho sobre el uso de fuerza excesiva, por parte de las autoridades contra las minorías.

Ahora, varios líderes exigen una investigación estatal sobre las acciones de los agentes del Departamento del Alguacil de Los Ángeles, que derivaron en el fallecimiento de Guardado.

Con información de EFE