Negociadores de la ciudad de Minneapolis acordaron este viernes con el estado de Minnesota prohibir a los policías utilizar la estrangulación como herramienta. También exigieron que se informe cada vez que exista un uso no autorizado de la fuerza por parte de los oficiales.

Los cambios forman parte de una estipulación publicada en línea entre la ciudad y el Departamento de Derechos Humanos de Minnesota, que lanzó una investigación de derechos civiles esta semana en respuesta a la muerte de George Floyd.

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De aprobarse, cualquier oficial que vea a otro cometer un uso no autorizado de la fuerza, incluido el estrangulamiento, debe intentar intervenir verbalmente e incluso físicamente. Si no lo hacen, ambos estarían sujetos a una sanción.

Igualmente, el nuevo acuerdo obligaría a cualquier oficial, independientemente de su rango, comunicar por radio o teléfono el uso de cualquier restricción en el cuello o estrangulamiento.

El acuerdo también requeriría la autorización del jefe de policía o de un subjefe designado para usar armas para controlar multitudes, incluidas balas de goma, granadas explosivas y bastones.

Maurice Lester Hall, amigo que estaba con George Floyd cuando murió, dijo al New York Times que su amigo no se resistió al arresto y que, en cambio, trató de calmar la situación antes de terminar esposado en el suelo y suplicar por aire cuando un oficial presionó su rodilla contra el cuello.

“Podía escucharlo suplicando: ' Por favor, oficial, ¿para qué es todo esto?'", dijo Hall al Times.

Maurice Lester es un testigo clave en la investigación sobre los cuatro oficiales que detuvieron a Floyd en Memorial Day.

Condados de California prohíben la estrangulación para los policías

Así como en Minneapolis, al menos una decena de condados en el estado de California también han restringido el uso de sometimientos por el cuello, incluida la estrangulación.

"A la luz de las preocupaciones de la comunidad y después de consultar con muchos funcionarios elegidos en todo el país, detendré el uso de la estrangulación con efecto inmediato", declaró este miércoles el Sheriff del Condado de San Diego, Bill Gore, en un comunicado.

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Los departamentos de policía en Santa Cruz, Watsonville, Oceanside, Coronado y La Mesa han anunciado prohibiciones similares. 

En Sacramento, el alcalde Darrell Steinberg ha pedido una revisión sobre si prohibir la controvertida restricción.

Los supervisores del condado de Los Ángeles, Janice Hahn y Mark Ridley-Thomas, presentaron una moción instando al Departamento del Sheriff y a 46 agencias de policía locales a reformar su uso de políticas de uso de la fuerza.

Según datos del Departamento de Justicia de California, entre 2016 y 2018 los policías californianos hirieron gravemente a 103 personas usando llaves que inmovilizan el cuello.

Con información de AP.