California dio el lunes un paso atrás en su plan de reapertura y ordenó el cierre de bares y el interior de restaurantes en todo el estado, así como el de una gran variedad de negocios no esenciales como centros comerciales, peluquerías, iglesias y gimnasios en los 30 condados más afectados por el coronavirus.
"Los californianos tienen que adaptarse a nuevos comportamientos para ayudar a frenar la propagación del coronavirus", dijo el gobernador Gavin Newsom en una conferencia de prensa.
El demócrata pidió a los residentes no estar en espacios públicos y, en caso de tener que hacerlo, únicamente acudir a espacios al aire libre.
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Al menos 30 condados están en vigilancia por parte de las autoridades estatales debido al repunte de casos por Covid. California acumula más de 329 mil casos y rebasa las 7 mil muertes por el virus.
Aunque Newsom ya había ordenado el cierre de bares en ciertas áreas de alto contagio, el requerimiento ahora aplicará para todo el estado. Los restaurantes y otros negocios similares no podrán atender a gente en el interior, pero sí en las terrazas.
Todos los condados en vigilancia, en los cuales residen aproximadamente 32 millones de californianos, tienen que cerrar las operaciones en interiores para industrias adicionales.
La prohibición aplica para gimnasios, peluquerías, salones de belleza, centros comerciales, oficinas en sectores no críticos y lugares de culto, entre otros.
Los Ángeles y San Diego no reabrirán escuelas pese a llamados de Trump
Los distritos escolares de Los Ángeles y San Diego, los dos más grandes del estado, anunciaron este lunes que no tendrán clases presenciales en el otoño, debido a preocupaciones relacionadas con la pandemia de coronavirus, que en las últimas semanas repuntó tras la reapertura económica de California.
El anuncio llega pese a los llamados de la secretaria de Educación, Betsy DeVos, y el presidente Donald Trump de reabrir las escuelas de todo el país.