Las autoridades de la base militar de Fort Hood, en Texas, confirmaron el lunes que los restos encontrados la semana pasada cerca del río León, a 20 millas (32 kilómetros) del cuartel, pertenecen a la soldado Vanessa Guillén, quien desapareció a fines de abril.

El comandante general Scott Efflandt dijo en rueda de prensa que las pruebas de ADN confirmaron que los restos hallados el pasado 30 de junio son de la soldado latina, de 20 años, y que su familia fue informada de los resultados.

Efflandt añadió que el Ejército de Estados Unidos ayudará con la investigación federal para dar con los responsables de la muerte de la soldado, y sostuvo que continuarán con la investigación en torno a las denuncias sobre acoso sexual de un superior que dijo Vanessa a sus familiares.

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El comandante general describió a Guillén como una mujer que “valientemente” decidió servir a su país y aseguró que dentro de la familia de las Fuerzas Armadas nunca la olvidarán. 

“A las víctimas de acoso sexual y agresión, les escuchamos, les creemos y les animo a que se presenten”, dijo Efflandt, quien añadió que el Ejército no se detendrá hasta “erradicar el acoso sexual y el asalto” porque “ese es el estándar”.

Involucrada en asesinato de Guillén acepta cargos 

La comparecencia de las autoridades de la base se da el mismo día en que Cecily Ann Aguilar, acusada de ser cómplice en la muerte de la soldado hispana Vanessa Guillén, apareció este lunes por primera vez ante la corte en una audiencia.

Durante la audiencia, Aguilar aceptó el cargo en su contra por conspiración para alterar la evidencia en el asesinato.

Aguilar era novia del especialista Aaron David Robinson, principal sospechoso del asesinato de Guillén y quien se suicidó la semana pasada cuando la policía lo buscaba para interrogarlo.

De acuerdo con Aguilar, la soldado murió luego de que Robinson la golpeara con un martillo en la cabeza el 22 de abril. También declaró que ayudó a Robinson a desmembrar y enterrar los restos, que fueron ubicados en tres agujeros separados, según una investigación hecha por el FBI.

Aguilar, de 22 años, enfrentará una condena de hasta 20 años de cárcel y una multa de 250 mil dólares, de ser hallada culpable.

La familia de Vanessa Guillén pide el cierre de la base y que sean encontrados el resto de los responsables, pues creen que Robinson y Aguilar no son los únicos involucrados en el asesinato.

La semana pasada, la familia de la víctima pidió una investigación independiente del Congreso de Estados Unidos.