Reuters.- Jacob Blake, el hombre afroameriano de 29 años al que un policía le disparó varias veces en Kenosha, Wisconsin, declaró el viernes que no era culpable de cargos penales presentados antes del ataque.
Una denuncia acusa a Blake de allanamiento de morada, agresión sexual en tercer grado y alteración del orden público basándose en las declaraciones de su exnovia y madre de tres de sus hijos. La mujer dijo a la policía que Blake irrumpió en su casa el 3 de mayo y la agredió sexualmente antes de robar su camioneta y su tarjeta de débito.
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El hombre afroamericano entregó la declaración través de su abogado durante una audiencia judicial virtual, su primera aparición pública desde que un policía de Kenosha le disparó por la espalda el 23 de agosto.
Blake, que quedó paralizado de la cintura para abajo por las heridas de bala, estaba recostado en su cama de hospital, vestido con una camisa azul y una corbata amarilla, con su abogado, Patrick Cafferty, sentado en una silla a su lado.
Cafferty señaló que su cliente había estado trabajando como pintor y que no tenía antecedentes penales ni condenas en ningún estado.
Blake levantó la mano para saludar a Loren Keating, un comisionado del tribunal judicial del condado de Kenosha que le habló, diciendo “Sí señor”, cuando se le preguntó si podía oír con claridad y si entendía los términos de su fianza de 10 mil dólares.
“El Estado reconoce que se trata de cargos graves, pero también que el acusado tiene lesiones graves y se está recuperando en el hospital”, dijo Zeke Wiedenfeld, un fiscal.
El tribunal fijó el inicio del juicio para el 9 de noviembre con la selección del jurado. La denuncia no identifica a la exnovia por su nombre.