EFE.- Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca, informó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, celebrarán el próximo lunes su primera reunión “virtual”, centrada en migración y economía.
“Los dos líderes discutirán la cooperación en migración, los esfuerzos conjuntos de desarrollo en el sur de México y Centroamérica, la recuperación de la Covid-19, y la cooperación económica”, aseguró Psaki en un comunicado.
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Se trata de la segunda reunión bilateral de Biden tras su llegada a la Casa Blanca en enero, y después de reunirse esta semana con Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá.
El encuentro, que se celebrará de manera virtual por la pandemia de la Covid-19, tendrá como objetivo pulsar el botón de reinicio de las relaciones entre los países vecinos.
“Es difícil pensar en una relación más importante, ni en otros dos países que estén de tantas maneras extraordinarias entrelazados y que realmente tengan un destino compartido, que recae en nosotros ayudar a progresar”, apuntó este viernes el secretario de Estado, Anthony Blinken, en una reunión virtual previa con su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard.
Biden anunció que sus primeras medidas en materia migratoria tienen como objetivo desmontar el legado de su antecesor, Donald Trump, al anunciar un conjunto de órdenes dirigidas a reunir a las familias separadas, restaurar el sistema de asilo y abordar con sus socios regionales las causas de la migración.
“Me comprometo a trabajar (….) para corregir las negligencias de la Administración anterior y devolver la justicia, la humanidad y el orden a nuestro sistema migratorio”, dijo el Joe Biden hace dos semanas.
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Reforma migratoria tras Trump
Pese a su agresiva retórica antimigratoria, el presidente de México, López Obrador logró mantener una buena relación con Trump, aunque en ocasiones tuvo que ceder a las presiones de Washington.
Fue el caso el acuerdo del programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, en inglés), también conocido como “Permanece en México“, por el cual más de 60 mil solicitantes de asilo en EU fueron devueltos a ese país para esperar por su proceso.
Además, de la exigencia de que México reforzase su frontera sur para frenar la llegada de migrantes procedentes de Centroamérica.
A partir del pasado 19 de febrero, EU retomó la atención de los solicitantes de asilo devueltos al vecino país bajo ese programa, y Biden ha prometido recursos para revitalizar la economía en Centroamérica con el objetivo de atajar una de las causas de la migración.
La conversación entre ambos líderes tendrá lugar días después de que Biden presentase su ambiciosa propuesta de reforma migratoria en EU que deberá ser debatida en el Congreso.
Entre sus principales cuestiones, figuran abrir un proceso de ocho años para que los 11 millones de indocumentados del país puedan lograr la ciudadanía, así como otorgar una residencia legal inmediata para los inmigrantes sin papeles que llegaron al país de niños, conocidos como “soñadores”, los beneficiarios del TPS y los trabajadores agrícolas.
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Este es el intento más ambicioso de impulsar una reforma migratoria desde 2013, cuando el proyecto de ley espoleado por el entonces presidente Barack Obama, con Biden como vicepresidente, naufragó en la Cámara de Representantes pese a haber conseguido la aprobación del Senado.
Cumplimiento del pacto comercial
En el ámbito económico, Biden asume el poder con el renovado acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, vigente y visto desde Washington como una sólida oportunidad para fortalecer las relaciones comerciales.
La economía de México es fuertemente dependiente de EU, ya que es su principal socio comercial y país al que van tres cuartas partes de sus exportaciones, y donde 38 millones de mexicanos viven y trabajan, con el consiguiente peso en el flujo de remesas.
Una de las exigencias del pacto comercial es que México aplique una reforma laboral que democratice los sindicatos, depure los contratos colectivos y aumente los salarios a fin de evitar competencia desleal con Estados Unidos, algo que en lo que la actual Administración demócrata estará especialmente atenta.
De hecho, la nominada por Biden como representante de Comercio Exterior de EU, Katherine Tai, fue una de las principales involucradas en la redacción de las cláusulas laborales del acuerdo que sustituyó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.