EFE.- Jornaleros, trabajadoras domésticas, empleados de lavanderías, restaurantes o de la construcción, indocumentados y trabajadores considerados esenciales durante la pandemia de la Covid-19 exigieron este miércoles al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, que les facilite el acceso a la ayuda aprobada por la legislatura estatal de 2 mil 100 millones de dólares para los excluidos del estímulo económico federal por su estatus migratorio.
“¡Acceso ahora, fondos ahora!”, gritaban frente a la oficina del gobernador en Manhattan mientras sostenían carteles con mensajes como “¡Todavía esenciales, todavía excluidos!”, y recibieron el apoyo de varios funcionarios, entre ellos el defensor del pueblo, Jumaane Williams.
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Los migrantes llegaron hasta la oficina de Cuomo luego de que se dieran a conocer los requisitos que deben cumplir para poder solicitar la ayuda del millonario fondo, aprobado el pasado abril como parte del nuevo presupuesto para los indocumentados y otros residentes del estado que no calificaron para el estímulo económico aprobado por el Congreso federal y tras 23 días de huelga de migrantes.
Entre los requisitos establecidos por el Departamento del Trabajo figuran que los trabajadores deben probar una pérdida de ingresos de 50%, y también se requieren documentos para probar empleo, identidad y lugar de residencia que muchos de ellos no tienen y no podrán conseguir para solicitar la ayuda, con un pago único que podría alcanzar los 15 mil 600 dólares.
El mexicano Gerardo Robles, que ha trabajado como jornalero durante 20 años, estuvo hoy allí para reclamar a Cuomo que también “trabaje para los pobres” y alivie lo que consideran son restrictivas regulaciones con las que no podrán cumplir, según comentó a Efe.
Como todos los jornaleros y muchos otros trabajadores indocumentados, Robles, de 62 años, trabaja “tres o cuatro días” a la semana, y a veces sólo unas horas por las que recibe el salario mínimo en efectivo. Y como miles de otros migrantes, no tiene forma de demostrar la pérdida de ingreso ni mucho menos evidencia de empleo. Su esposa también es jornalera dedicada a la limpieza de hogares.
Durante la pandemia sobrevivieron como pudieron, recogiendo botellas para reciclar, botando la basura en restaurantes “o en lo que saliera para poder llevar un plato a la mesa” y pagar su hogar “y no ser expulsados de nuestras viviendas”.
Y también como otros trabajadores esenciales que dejaron oír hoy su voz, tienen deudas acumuladas que podrían pagar con los fondos estatales, que se espera estén disponibles en las próximas semanas. Pero no podrán calificar si la administración de Cuomo no relaja los requisitos, señaló además a Efe.
“No recibimos ayuda del gobierno, el salario (como jornalero) es muy bajo y no da para vivir, y la canasta básica está muy alta”, señaló el jornalero,m que pidió a Cuomo “que voltee a mirarnos, que nos apoye, que trabaje para el pueblo. Nosotros somos pueblo“.
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La coalición Trabajadores Excluidos del Fondo (FEW), compuesta por más de 200 organizaciones, estima que miles de trabajadores afrontarán problemas para tener acceso a esa ayuda o no calificarán, y ha pedido al gobernador y al Departamento del Trabajo, en el que recayó la responsabilidad de establecer los requisitos, que revalúen y faciliten el acceso para todos.
Alicia González, una vendedora ambulante y madre de cuatro, y Flaviana Linares, trabajadora doméstica cuyo esposo ha trabajado 20 años en restaurantes, también reclamaron la ayuda de Cuomo.
Linares recordó a Cuomo que fueron los trabajadores esenciales los que mantuvieron de pie la economía durante la pandemia mientras muchos neoyorquinos estaban en sus casas tras el cierre por la Covid-19.
“No nos vamos a hacer millonarios con esa ayuda pero hay muchas cuentas que pagar”, agregó, mientras que Sandra Arias, que estuvo en huelga de hambre 23 días como parte de la campaña que buscaba la aprobación del fondo, recordó a Cuomo su promesa “de trabajar para el pueblo y por el pueblo”.
“No puede trabajar para los ricos. Ellos tienen dinero hasta para dar una vuelta por el espacio mientras nosotros nos desangramos aquí en la Tierra”, afirmó Arias.