EFE.- Arizona se pondera como un ejemplo de qué tanto funcionan las teorías de la conspiración para los candidatos republicanos, con Kari Lake y Blake Masters, que han resultado una sorpresa electoral y avanzan en las encuestas.
Lake, una expresentadora de noticias se acerca cada vez más a la gobernatura de Arizona frente a la demócrata Katie Hobbs, mientras Masters ha dado la pelea al actual senador progresista Mark Kelly, que lleva, sin embargo, aún una ventaja de tres puntos.
Ambos apoyan la llamada “gran mentira” del expresidente Donald Trump (2017-2021) sobre el supuesto fraude electoral de 2020 que dio la victoria al demócrata Joe Biden.
La activista Lydia Guzmán, promotora del voto latino del grupo “Chicanos por la Causa“, considera que la ideología extremista en candidatos como Lake representaría un retroceso significativo en la lucha por los derechos civiles de las minorías en Arizona.
“El Partido Republicano en Arizona es dominado por los seguidores de Trump, su ideología es extremista y sus posturas están basadas en ideas conspirativas”, dijo por su parte a EFE Anna O’leary, directora del Departamento de Estudios Mexicoamericanos de la Universidad de Arizona (UA).
Para muchas organizaciones latinas, Lake es una versión femenina de Trump que desconoce el proceso legislativo estatal y que trataría de imponer sus ideas.
Lake quiere eliminar todo equipo de software del proceso de conteo de votos que en su opinión “pueda ser manipulado”.
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Además, no se ha querido comprometer públicamente a aceptar el resultado de las elecciones en caso de que sea derrotada en las urnas.
O’leary dijo que la renuencia de Lake y Masters de reconocer la validez de las pasadas elecciones ponen en peligro la base de la democracia de Estados Unidos.
“Estamos ante un movimiento ideológico extremo que busca transformar el sistema electoral, algo que podría reducir la participación electoral de minorías”, agregó.
Ambos candidatos además han prometido mantener una política dura en contra de la migración indocumentada.
Masters promete terminar de construir el muro fronterizo de Trump y triplicar el número de agentes de la Patrulla Fronteriza para frenar la “invasión” de migrantes invitados, por lo que considera fallidas las políticas de Biden.
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Debido a lo cerrado de la contienda, ambos partidos están luchando por atraer el voto independiente y también el de los latinos, un creciente bloque de votantes en este estado.
La Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Designados (NALEO) proyecta que más de 644 mil latinos votarán en noviembre próximo en Arizona.
Señala que entre 2014 y 2018 “hubo un dramático aumento del 61.5 % en la participación”.
La de Arizona ha sido una de las contiendas donde más dinero se ha invertido a nivel nacional en anuncios en español para atraer el voto latino, según la firma especializada AdImpact.
El Partido Demócrata ha destinado al estado un poco más de 2.5 millones de dólares en anuncios en español, mientras que los republicanos han invertido unos 440 mil dólares.
Demasiado en juego para los latinos
La activista Lydia Guzmán, quien también hace parte de la campaña “Latino Loud“, dice que hay “demasiado” en juego en las próximas elecciones en Arizona, particularmente para la comunidad latina.
Esta organización forma parte de un fondo de acción que ha invertido más de 10 millones de dólares para impulsar el voto latino en el estado, concentrándose particularmente en sacar a votar aquellos que no lo han hecho en las últimas dos elecciones.
“No me puedo imaginar un estado bajo la gobernadora Lake, creo que sería terrible para nuestra comunidad, me temo que veríamos cosas mucho peor que la ley SB1070”, dijo Guzmán a EFE.
Se trata de una de las más duras leyes migratorias de Estados Unidos aprobada en 2010 y que otorgaba el poder a la policía local y estatal de cuestionar el estatus migratoria de las personas, inclusive por simples infracciones de tráfico.
“Hemos tenido gobernadores republicanos conservadores como Jan Brewer, quien aprobó la SB1070, sin embargo, creo que las ideas extremas de Lake provocarían un gran daño a la comunidad latina“, aseguró.
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Otros candidatos republicanos que han mostrado una ideología extrema son Mark Finchem, quien aspira a las Secretaria de Estado y tampoco acepta el resultado electoral de 2020.
Finchem, quien estuvo presente durante el ataque al Capitolio en Washington del 6 de enero de 2021 por parte de trumpistas, propone eliminar el sistema de votación temprana.
El republicano se enfrenta al demócrata Adrian Fontes, el único latino que aspira a uno de los puestos más altos dentro del estado.
Tom Horne por su parte se ha postulado como Superintendente de Educación del Estado de Arizona, puesto que ya ocupó el republicano en 2003.
El republicano fue pieza clave para que se eliminara la educación biling\u00fce en el estado y se terminaran los programas de Estudios Mexicoamericanos en las escuelas públicas del estado de Arizona