AP.\u2014 El presidente estadounidense Joe Biden promulgó este martes una ley que hace de los linchamientos un delito federal de odio, más de 120 años después que se propuso por primera vez una legislación de este tipo.
La Ley Emmet Till Contra Linchamiento lleva el nombre del adolescente negro cuyo asesinato en Mississippi, en el verano de 1955, fue un momento clave en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Su madre insistió entonces en que el féretro permaneciera abierto para que todo el mundo viera la violencia cometida contra su hijo.
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La nueva ley firmada por Biden en una ceremonia en los jardines de la Casa Blanca, hace posible procesar un delito como linchamiento cuando una conspiración para cometer un crimen de odio cause la muerte o heridas graves, de acuerdo con el promotor de la medida, el congresista demócrata Bobby Rush. La ley prescribe una sentencia máxima de 30 años en prisión y multas.
El 7 de marzo, la Cámara de Representantes aprobó la propuesta por votación 422-3 y ocho abstenciones, luego de que fue aprobada en el Senado por consenso unánime.
El Congreso debatió por primera vez una legislación contra los linchamientos hace más de 120 años.
El intento de aprobar una medida así fracasó casi 200 veces, comenzando con una presentada en 1900 por el congresista de Carolina del Norte George Henry White, en aquel entonces el único legislador negro.
La agrupación de derechos civiles NAACP comenzó a cabildear en favor de una medida anti-linchamientos en la década de 1920. Una ley federal de delitos de odio fue aprobada en los años de 1990, décadas después del movimiento de derechos civiles.
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Till, de 14 años, había viajado desde su casa en Chicago para visitar a familiares en Mississippi en 1955 cuando se dijo que le había silbado a una mujer blanca. Fue secuestrado, golpeado y baleado en la cabeza. Con alambre de púas, le ataron al cuello un enorme ventilador de metal antes que su cadáver fuese lanzado a un río.
Dos hombres blancos, Roy Bryant y su medio hermano J.W. Milam, fueron acusados, pero absueltos por un jurado compuesto exclusivamente por hombres blancos. Más adelante, Bryant y Milam le dijeron a un reportero que ellos habían secuestrado y matado a Till.