EFE.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció que apelará un fallo judicial que ha anulado la orden de llevar cubrebocas en los transportes públicos en el país, con el objetivo de restaurar esa medida.
El portavoz del Departamento, Anthony Coley, anunció en un tuit que esa agencia recurrirá el caso ante la corte de apelaciones del Undécimo Circuito, con sede en Atlanta (Georgia) y de mayoría conservadora.
La decisión del Departamento de Justicia llegó poco después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) aseguraran que todavía consideran necesario el mandato que, hasta este lunes, obligaba a llevar cubrebocas en aviones, trenes o autobuses.
“Los CDC seguimos considerando que, en este momento, sigue siendo necesaria para la salud pública una orden que requiera el uso de cubrebocas en los medios de transporte en interiores”, indicó esa agencia en un comunicado.
Los centros añadieron que, a su juicio, la orden se ajustaba a su “autoridad legal de proteger la salud pública”, después de que una jueza federal de Florida tumbara el mandato y acusara a los CDC de “excederse” en sus atribuciones.
Como resultado de la orden emitida este lunes por la magistrada Kathryn Kimball Mizelle, las autoridades y aerolíneas de Estados Unidos dejaron de inmediato de obligar a llevar cubrebocas a bordo de aviones y otros medios de transporte público, así como en aeropuertos y estaciones.
Antes de la decisión de la jueza, los CDC habían extendido hasta el próximo 3 de mayo el uso obligatorio de cubrebocas en todas las redes de transporte público, debido al rebrote de la pandemia de Covid-19 causado por la subvariante BA.2.
Pese al anuncio de apelación del Departamento de Justicia, el fallo de la jueza de Florida sigue en vigor y al menos por el momento no hay obligación de usar cubrebocas en esos lugares, aunque los CDC recomiendan que se utilicen.
La decisión judicial ha generado júbilo entre muchos estadounidenses, pero también ansiedad para quienes están preocupados por el impacto en personas vulnerables o inmunodeprimidas de la pandemia de Covid-19, que todavía mata a unas 425 personas al día en Estados Unidos.