AP.- El sindicato de las grandes empresas automotrices de Estados Unidos intensificó este lunes su huelga contra las compañías, al extender a otra fábrica sus protestas.
El sindicato United Auto Workers agregó a la huelga una fábrica de camionetas pick-up Ram, de la compañía Stellantis.
Puedes leer: Presidente de Ford pide finalizar la huelga del sector automotriz y llama a unirse contra las empresas chinas
Unos 6 mil 800 trabajadores sindicalizados abandonaron este lunes sus puestos en el inmueble ubicado en Sterling Heights, Michigan, indicó el sindicato.
La medida ocurre apenas tres días después de que el líder sindical Shawn Fain reportó un progreso en las negociaciones con General Motors y Stellantis, aunque añadió que las compañías deben hacer ofertas mejores.
No se reportaron avances con Ford, que la semana pasada dijo haber presentado la mejor oferta de las tres.
El sindicato se fue a la huelga el 15 de septiembre, inicialmente en una fábrica de cada compañía. Actualmente, hay unos 40 mil trabajadores, de las tres compañías, en huelga.
Los paros laborales, que ya van por su sexta semana, afectan a siete plantas de montaje y 38 almacenes de repuestos.
Te puede interesar: Sindicato automotriz UAW intensifica su huelga y suspende labores en la fábrica más grande de Ford en EU
En su comunicado, el sindicato dijo que las ofertas de Stellantis, formada en la fusión de 2021 de Fiat Chrysler y el grupo francés PSA, van por detrás de Ford y General Motors (GM), a pesar de que el fabricante de automóviles tiene la mayor cantidad de ingresos y ganancias de los tres.
Stellantis tiene la peor oferta en cuanto a aumentos de salarios, pago a empleados temporales, conversión de trabajadores temporales a tiempo completo y otras cuestiones, dijo el sindicato.
El viernes, Fain dijo que Stellantis y GM habían hecho ofertas salariales que igualaban el 23% de Ford durante la vigencia de un contrato de cuatro años. Pero el presidente del sindicato, con su característico tono brusco, insistió en que las empresas pueden ir más allá.
"A nosotros nos quedan cartas por jugar y a ellos les queda dinero para gastar", dijo Fain.