EFE.- La fiscal general de Florida, Ashley Moody, solicitó este martes al Tribunal Supremo de Estados Unidos que autorice la entrada en vigor de una nueva ley del estado contra espectáculos “drag queens” en vivo, una normativa que fue bloqueada en junio pasado por un juez por resultar “demasiado vaga y probablemente inconstitucional”.

La fiscal general Ashley Moody dijo que la ley, denominada “Ley de Protección de los Niños” del estado, fue diseñada para “prevenir la exposición de los niños a actuaciones en vivo sexualmente explícitas”.

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La ley de 2023 tipifica como delito menor admitir a sabiendas a un niño en una actuación en vivo de adultos sexualmente explícita que pudiera resultar obscena para un menor presente como espectador.

Dicha ley fue impugnada legalmente en mayo pasado por la cadena de restaurantes Hamburger Mary’s con el argumento de que la regulación era demasiado amplia y dañaba el derecho a la libertad de expresión amparado en la Primera Enmienda.

Al mes siguiente, el juez de Florida Gregory Presnell determinó que, si bien algunas personas pueden considerar inapropiado que un artista “drag” lea un libro infantil a un menor durante una actuación, eso no constituye necesariamente una actuación obscena.

El caso escaló hasta el Supremo de Estados Unidos después de que un tribunal de apelaciones rechazase la solicitud de emergencia presentada por el estado de Florida para suspender la orden judicial del tribunal de distrito.

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Moody señaló que Hamburger Mary’s no se ve afectado por la ley porque sus programas no son sexualmente explícitos, según recogió el canal CNN.

Para el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, uno de los precandidatos a las primarias republicanas con vistas a ocupar la Casa Blanca en las elecciones de 2024, la entrada en vigor de esta ley era una prioridad.

DeSantis afirmó en meses pasados que estos espectáculos sexualizan a los niños y presionó para que se endurecieran las restricciones.

Y en abril pasado, la Legislatura liderada por los republicanos aprobó una medida que prohíbe a los menores asistir a espectáculos de “drag” con actuaciones lascivas.