EFE.- El juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos, Clarence Thomas, se fue de vacaciones durante más de dos décadas en superyates y aviones privados pagados por un donante del Partido Republicano, en lo que podría constituir una violación de una ley anticorrupción, reveló este jueves ProPublica.
Thomas, uno de los jueces más conservadores de la Corte y quien cuenta con un cargo vitalicio, aceptó todos los años en ese periodo los viajes que le ofrecía el conocido donante republicano y magnate inmobiliario Harlan Crow, según esa organización periodística de investigación sin ánimo de lucro.
Su investigación, basada en entrevistas y documentos internos, apunta que Thomas ha recorrido el mundo en el superyate de Crow, ha viajado con él en su avión privado y ha ido con él a un exclusivo resort sólo para hombres en California, además de viajar al rancho del magnate en el este de Texas.
Thomas, además, tiene por costumbre pasar una semana todos los veranos en un resort privado que Crow tiene en las montañas de Adirondack, en el noreste de Nueva York.
A muchos de esos viajes también acudió la esposa del magistrado y activista conservadora Virginia “Ginni” Thomas, envuelta en la polémica por haber presionado al jefe de gabinete del expresidente Donald Trump para que se anulara la victoria del demócrata Joe Biden en los comicios de 2020.
El problema de todos esos viajes es que Thomas no los incluyó en los informes financieros que debe entregar a la Corte Suprema en cumplimiento con una ley anticorrupción que fue aprobada tras el escándalo del Watergate en la década de 1970.
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Tras las revelaciones publicadas por ProPublica, algunos miembros del Partido Demócrata cuestionaron su comportamiento.
Una de las más duras fue la legisladora izquierdista Alexandria Ocasio-Cortez, quien consideró que Thomas debería ser sometido a un proceso de “impeachment” (juicio político), la única forma que existe para destituir a un magistrado de la Corte, ya que esos cargos son vitalicios.
“Este grado de corrupción es impactante, casi caricaturesco”, consideró en Twitter.
Además, el senador demócrata Dick Durbin estimó que la información de ProPublica demuestra que el Tribunal Supremo debe estar sujeto a normas, como cualquier otro organismo del Estado y prometió que el comité judicial del Senado, que él mismo preside, “actuará”.
Thomas, de 74 años, fue nombrado en 1991 por el expresidente republicano George H.W. Bush y durante sus más de treinta años en el Supremo, ha mantenido algunas de las posiciones más conservadoras en temas como el derecho al aborto.