EFE.- La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) divulgó este viernes una investigación realizada en el centro de detención de migrantes Baker County Facility, en Florida, Estados Unidos, donde, según afirma la organización, se hallaron “patrones atroces de negligencia médica”.

De acuerdo con el reporte de ACLU, en el mencionado centro de internamiento se “niega atención médica a las personas que enfrentan condiciones que amenazan la vida“, por lo que los resultados de la investigación fueron enviados por carta a las autoridades de Inmigración.

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En un comunicado, ACLU, una organización en defensa de derechos civiles creada en 1920 en Estados Unidos, da cuenta de que la misiva fue enviada este jueves al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos.

En la carta, la ACLU de Florida describió los patrones de negligencia médica como “incidentes de hospitalización debido a la falta de tratamiento, discontinuación inapropiada de dispositivos médicos, condiciones médicas no tratadas y no diagnosticadas, voyerismo y abuso sexual“.

Detalla que en el centro no se proporcionan a los pacientes sus registros médicos. La investigación encontró, además, según ACLU, “abscesos dentales no tratados y fracturas de espalda comprimidas no tratadas”.

El Centro de Detención de Baker está situado en la ciudad de Macclenny, en el condado Baker, en el norte de Florida.

Es operado allí por la Oficina del Alguacil del mencionado condado a través de un contrato con ICE.

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En marzo pasado, varias organizaciones a favor de los derechos de los migrantes pidieron el cierre del Baker County Facility como parte de una campaña que comenzó el año pasado a raíz de denuncias de violencia física, e incluso un caso de violación a una mujer.

Según datos de la plataforma Shut Down Baker Coalition (Coalición por el cierre de Baker), ya se han presentado más de 185 denuncias contra Baker, principalmente por negligencia médica, condiciones antihigiénicas y acoso. 

“Vivo con VIH e hipertensión, pero nunca fueron abordados o tratados adecuadamente durante mi tiempo en Baker. Utilicé una silla de ruedas, pero los funcionarios me la quitaron sin explicación”, dijo en el comunicado de ACLU Danielle Gaul, una exdetenida en Baker. 

“Intentaron deportarme a pesar de que no estaba lo suficientemente bien como para viajar”, señaló la migrante haitiana.

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“También me caí cuando estaba bajo la custodia de ICE y no podía caminar. Se supone que deben pagar mi terapia, pero no quieren pagar… En cambio, quieren enviarme de regreso a Haití en una silla de ruedas”, añadió Gaul.

Maite García, abogada de la ACLU de Florida, denunció en el mismo comunicado la situación médica de los detenidos.

“En lugar de centrarse en el bienestar de las personas bajo su cuidado, continúan negando la atención médica adecuada, crean obstáculos para el acceso a un abogado y toman represalias contra aquellos lo suficientemente valientes como para hablar sobre los abusos desenfrenados en Baker“, sostuvo. 

“Lo hemos dicho antes y lo diremos nuevamente: es hora de que ICE termine de forma permanente su relación con la Oficina del Sheriff del Condado de Baker”, insistió García.